De nuevo está aquí

De nuevo está aquí

Con la venia: ha vuelto el Tráfago.

 

El que te saquea la calma cuando más la necesitas.
El que te puebla el sueño de brasas y vigilias, robándote el descanso.
El que arruina tus certezas royéndolas sin tregua.
El que busca agrandar tus propios miedos, para que así tú mismo te derrotes.

De nuevo debemos hacerle frente al Tráfago.
Con la fría navaja de la paciencia, afilada hasta la delicia.
Con la canana repleta de recursos como balas.
Con el ánimo repulido por tantos años de refriegas.
Con nuestro mapa de cicatrices, indicando donde ha de darse la batalla.

Disponemos de todo ello.
Y sabemos usarlo.
Y queremos hacerlo.

Solo nos faltaban unos versos -bravos y exactos- para tener completo el armamento. Pero ya los tenemos a bordo.
Blas de Otero los escribió.
Sean con su memoria nuestro agradecimiento y respeto.

– MIENTRAS VIVA –

Vuestro odio me inyecta nueva vida.
Vuestra ira afianza mi sendero.
Vida de muchos puesta en el tablero
de la paz, combatida, defendida.

(Ira y miedo apostaron la partida
quedándose las dos con el dinero.
Qué hacer, hombre de Dios, si hay un ratero
que confunde la Bolsa con la vida).

Vuestro odio me ayuda a rebelarme.
A ver más claro y a pisar más firme.
(Mientras viva habrá noche y habrá día).

Podrán herirme, pero no dañarme.
Podrán matarme, pero no morirme
mientras viva en la inmensa mayoría.

Manolodíaz.