La Comunidad de Madrid ha propuesto implementar controles en el aeropuerto de Barajas para los vuelos procedentes de los países afectados.
El Ministerio de Defensa ha ofrecido al Ministerio de Sanidad la reserva estratégica de vacunas contra la nueva variante de la viruela del mono, denominada mpox, que España posee y que se encuentra almacenada en instalaciones militares.
Este anuncio fue realizado este sábado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante una visita al Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Robles comentó,
He estado en contacto con la ministra de Sanidad, ya que el material de reserva que tiene España para la vacunación está en instalaciones militares y hemos ofrecido nuestra completa disposición.
El Comité de Seguridad Sanitaria de la Unión Europea se reunirá el próximo lunes para evaluar la propagación de esta enfermedad. Al día siguiente, el martes, el Ministerio de Sanidad ha convocado a las comunidades autónomas para discutir las medidas a adoptar tras la declaración de emergencia sanitaria de interés internacional hecha el miércoles pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hasta ahora, la Comunidad de Madrid ha propuesto implementar controles en el aeropuerto de Barajas para los vuelos procedentes de los países afectados. Además, el PP ha solicitado al Gobierno central que establezca una reserva de vacunas, escuche a las comunidades autónomas y refuerce los controles en las infraestructuras de entrada de viajeros a España, como puertos y aeropuertos.
EL PP PIDE UNA RESERVA DE VACUNAS
En este contexto, la vicesecretaria de Organización del PP, Carmen Fúnez, ha anunciado que el 30 de julio el PP presentó una proposición no de ley ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional. Esta proposición solicita al Gobierno la creación de una reserva de vacunas contra la viruela para hacer frente a la situación de salud actual en España.
En su propuesta parlamentaria, los ‘populares’ destacan que existen dos millones de vacunas contra la viruela de segunda generación que están caducadas y no pueden ser administradas a la población.
Desde el inicio del brote en 2022, se han registrado 8.104 casos en España, siendo 7.521 de ellos reportados durante ese mismo año, según datos del Ministerio de Sanidad.
