¿Qué clase de sociedad estamos creando?
“Dejad que los niños se acerquen a mí ” son hermosas palabras que se atribuyen a Jesucristo. Ciertamente los pequeños son la base de la sociedad y su inocencia es un tesoro que debemos cuidar y proteger. Los niños de hoy serán los adultos del mañana y la sociedad futura estará forjada por ellos y serán nuestros hijos los que legislarán para ser libres o esclavos. Si los pequeños tienen un derecho fundamental es el derecho a la Vida, a la felicidad, a ser niños y disfrutar de una infancia digna que les lleve a ser adultos responsables e íntegros.
En los últimos años estamos siendo testigos de un inusual, desmedido y malintencionado interés en introducirnos en la mente de los más pequeños, de los más inocentes para, modificar su conducta y no precisamente para que sean más felices sino más bien para que una parte de la sociedad pueda utilizarles a su antojo aprovechándose de su ingenuidad y nobleza.
Recuerdo que una vez, en un convento, el Abad reprendía a los monjes pues en las horas del rezo algunos se dedicaban a otros quehaceres y enérgicamente les increpaba diciéndoles: “Cuando se reza no se fuma ni se realizan otras faenas”, a lo que uno de los monjes, seguramente el que más se aburría en el convento, el que se encontraba allí por motivos distintos a la vocación, preguntó: “¿pero mientras se fuma se puede rezar?”, sí, claro, respondió el Abad sorprendido.
Traigo esta anécdota a colación pues nuestro ordenamiento jurídico protege a los menores de los abusos de los adultos y así, no se pueden mantener relaciones sexuales con los más pequeños, pues debemos defender su inocencia y procurarles que se desarrollen correctamente para que tengan una vida plena y feliz, primero como niños inocentes y después como adultos íntegros.
Lamentablemente algunos políticos, cual el monje insatisfecho, sin vocación de ayuda a la sociedad , sino más bien obedeciendo a “intereses oscuros y superiores”, dan una vuelta de tuerca y aseguran, primeramente “que los niños tienen derecho a tener relaciones sexuales con quienes ellos quieran” y, seguidamente, que “los niños tienen derecho a conocer que se pueden proporcionar placer a ellos mismos y a otros niños”, con lo que les vamos preparando el camino a los pederastas para que puedan acceder fácilmente a ellos desde su ya manipulada inocencia. Y es que un menor al que se le enseña a realzar juegos sexuales, a tocar aquí y allí, a hacer esto y aquello, no pondrá resistencia si un adulto le invita a realizar dichos juegos que está acostumbrado a realizar con sus compañeros de clase.
Como en el caso del Abad, bajo la defensa de unos supuestos derechos del menor a mantener relaciones sexuales lo que se pretende es poner a nuestros hijos en manos de pederastas, pues, así como mientras se reza no se fuma, los adultos no pueden mantener relaciones sexuales con los menores, pero mientras se fuma se puede rezar y así, los menores tienen derecho a mantener relaciones sexuales con quienes ellos deseen, o sea, con los pederastas que ya se preparan el camino para ello .
Desde Policías por la Libertad estamos trabajando con diferentes asociaciones que nos comunican cada vez más casos de pederastia gubernamental e institucional, y sorprendentemente, habiendo voces que denuncian más de 3.000 niños tutelados que desaparecen cada año y caen en redes de pederastia y prostitución, ni a la prensa parece preocuparle su veracidad, ni a jueces, fiscales y mandos policiales su investigación para el esclarecimiento y pues ta a disposición de la justicia de los posibles culpables así como para rescatar a los menores que son víctimas de abusos.
¿Será esta circunstancia un claro indicio de que los intereses oscuros y perversos se han introducido en nuestro ordenamiento jurídico e institucional?, ¿Se estará pudriendo nuestra sociedad?, ¿Los padres lo vamos a permitir sin defender a nuestros hijos?, ¿Solo nos vamos a manifestar si pierde nuestro equipo de futbol y no nos importan nuestros hijos?
Conmino, por tanto, a las Autoridades a que recuperen su juramento, su honor y dignidad, y promuevan las acciones necesarias para proteger, de manera efectiva, a los menores, e investiguen las denuncias que se están presentando al respecto para esclarecer los hechos y detener a los posibles culpables, y, por su puesto a los padres, a que no permanezcáis callados y mostréis que tenéis dignidad y os preocupan vuestros hijos.
Mateo
Presidente Asociación Policías por la Libertad
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