La banda criminal robaba ilegalmente cuentas de clientes de la empresa de paquetería para realizar los envíos.
La Guardia Civil de Valencia ha llevado a cabo la operación ‘Fepama’, en la cual se ha desmantelado una organización delictiva dedicada al tráfico de drogas a nivel internacional. Como resultado, se han arrestado a cuatro individuos por su implicación en los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y estafa, según ha comunicado el Instituto Armado.
La investigación se inició a principios de diciembre de 2022, cuando los agentes recibieron información por parte de un vigilante de seguridad privada acerca de la sospecha del contenido de cinco paquetes que podrían contener sustancias estupefacientes. Los paquetes se encontraban en una empresa de paquetería situada en Picanya.
Una vez inspeccionados los paquetes, se descubrió que contenían 25 kilogramos de hachís destinados a ser enviados a Irlanda y Reino Unido. Además, se constató que los datos que figuraban en el envío eran falsos.
A partir de las primeras investigaciones, los agentes descubrieron que se trataba de una organización criminal bien estructurada y con una intensa actividad delictiva, cuyo principal modus operandi consistía en enviar drogas a través de una empresa de paquetería situada en Picanya.
En la segunda mitad de diciembre de 2022, se interceptaron dos nuevos envíos en el punto de distribución de Picanya, donde los agentes encontraron 14 kilogramos de hachís y 6 kilogramos de marihuana.
Como resultado de las investigaciones llevadas a cabo por el equipo policial encargado del caso, se lograron ubicar otros puntos en los que se habían entregado los paquetes. En esta ocasión, una de las entregas tuvo lugar en la delegación de Murcia y la otra en la delegación de Riba Roja del Turia. Además, el primer envío había sido entregado en la delegación de Torrevieja (Alicante).
Tras la primera detención, la organización decidió cambiar los lugares de entrega para dificultar el trabajo de las fuerzas de seguridad, lo que los llevó a trasladarse a Murcia, Riba Roja del Turia y Torrevieja.
Debido a las sucesivas incautaciones realizadas por los agentes, la organización criminal optó por cambiar nuevamente de delegación, ya que la sustancia estupefaciente entregada en Alicante, Murcia y Valencia no estaba llegando a su destino. Por esta razón, se desplazaron hasta la delegación ubicada en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para entregar varios paquetes con hachís y marihuana. Sin embargo, el detenido fue descubierto durante los controles llevados a cabo por la Unidad de Análisis e Investigación Fiscal y de Frontera (UDAIFF) de la Guardia Civil.
Para evitar levantar sospechas, la organización utilizaba una empresa de paquetería para enviar la droga, haciéndola pasar por un envio legal. Los paquetes se embalaban al vacío con la sustancia estupefaciente para evitar que el olor delatara su contenido. Además, se introducían datos falsos en el albarán de transporte para evitar que se relacionaran los envíos entre sí y así dificultar el trabajo de los investigadores.
Adicionalmente, la banda criminal robaba ilegalmente cuentas de clientes de la empresa de paquetería para realizar los envíos. Estas cuentas se usaban para enviar uno o dos paquetes, a fin de no ser descubiertos por el cliente o la empresa. De esta forma, no pagaban los portes y los datos de la cuenta nunca se relacionaban con los verdaderos autores, quienes aseguraban su anonimato.
Los paquetes que contenían droga eran enviados al extranjero, aparentando ser envíos de piezas de automóvil en el caso de hachís, y de ropa en el caso de marihuana.
DIRECCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL
Durante la investigación, los agentes descubrieron que dentro del grupo organizado había un líder encargado de obtener la información sobre las cuentas y contraseñas de los clientes.
Asimismo, el resto del grupo estaba perfectamente estructurado, con cada miembro asignado a una tarea específica. Algunos eran los «remitentes», encargados de adquirir la droga en Marruecos, mientras que otros eran los «receptores», responsables de recuperar la sustancia una vez en el país de destino.
La organización estaba establecida en la provincia de Alicante, en las localidades de Torrevieja y Rojales. El pasado 1 de marzo, los investigadores llevaron a cabo cuatro registros en Torrevieja y Rojales (Alicante).
En total, se incautaron 65 kilogramos de hachís y 25 kilogramos de cogollos de marihuana, además de dos vehículos utilizados para el transporte de la droga, maquinaria de envasado, plásticos de embalaje, cajas específicas para el envío, una balanza para pesar, 4.215 euros en efectivo, dispositivos electrónicos y diversos documentos. El valor total de todo lo incautado se estima en unos 60.000 euros.
La operación culminó con la detención de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, de entre 35 y 45 años y de nacionalidades británica, colombiana, irlandesa y rumana. Se les acusa de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y estafa.
Con esta operación se ha desmantelado por completo el grupo criminal que operaba en España y se ha logrado la detención de todos sus miembros. Las diligencias correspondientes han sido entregadas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Torrevieja (Alicante), y se ha ordenado el ingreso en prisión de las cuatro personas detenidas.