Durante la operación, llevada a cabo en parte en Alicante, se han decomisado 400 kilogramos de medicamentos ilegales y ocho toneladas de productos nutricionales.
En una operación llevada a cabo en varias provincias, incluyendo Alicante, Badajoz, Cádiz, Granada, Málaga, Tarragona y Toledo, la Policía Nacional ha detenido a 24 personas y ha desarticulado una organización especializada en el tráfico de medicamentos y la alteración de productos nutricionales. Algunos de estos productos eran comercializados bajo marcas creadas específicamente para este fin.
La Policía Nacional ha informado que en la operación se han intervenido más de ocho toneladas de productos nutricionales y cerca de 400 kilogramos de medicamentos ilegales. Diez de las personas detenidas fueron arrestadas en Málaga, siete en Cádiz, cuatro en Toledo, y una en Alicante, Badajoz y Tarragona. Además, se llevaron a cabo 37 registros e inspecciones en las mismas provincias.
En total, se incautaron más de 2.500.000 dosis de productos medicamentosos ilegales (aproximadamente 400 kilos), toneladas de productos de suplementación deportiva inmovilizados por fraude a los consumidores, 390.000 euros en efectivo, 690.000 euros bloqueados en cuentas bancarias, 24.000 euros en criptomonedas, cuatro vehículos intervenidos, 53 vehículos inmovilizados y 25 propiedades inmovilizadas. Además, se ha descubierto un patrimonio total de los investigados de aproximadamente 7.500.000 euros.
Los arrestados se enfrentan a cargos por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, delito contra los consumidores y falsedad documental.
La Policía Nacional ha indicado que se ha desmantelado un laboratorio ilegal de medicamentos y se ha cerrado uno legal por graves deficiencias sanitarias.
La operación contó con la colaboración de las autoridades sanitarias y de nutrición tanto estatales como de las comunidades autónomas en las que se llevó a cabo.
Los detenidos pertenecían a una organización compuesta principalmente por dos grupos delictivos entrelazados entre sí. Uno de ellos se centraba en traficar con productos, principalmente anabolizantes, que procedían del extranjero. El otro grupo se dedicaba a estafar a compradores de productos nutricionales. Para ello, crearon su propia marca de proteínas y alteraban su contenido, incluso llegando a incluir trazas de medicamentos, poniendo en riesgo la salud de quienes consumieran estos productos.
Además, fabricaban productos «naturales» que contenían sustancias medicamentosas con un producto que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios retiró del mercado en el año 2013 debido al grave riesgo que su ingesta supone para la salud.
La investigación se inició cuando la Agregaduría de Bulgaria en España comunicó a los agentes la detección de una gran cantidad de anabolizantes enviados a través de una empresa de paquetería a la zona de Cádiz. La Policía inició entonces una investigación para comprobar estos hechos.
Más de diez puntos de venta
Tras realizar un primer análisis de los datos proporcionados, se descubrió que estaban relacionados con otras informaciones que ya estaban en poder de la Policía Nacional y que conectaban a algunos de los receptores de los productos con una franquicia de tiendas de suplementación. Esta franquicia no solo estaba presente en Cádiz, sino que en poco tiempo se había expandido a otros puntos de Málaga y Granada.
Estos receptores llegaron a tener más de diez puntos de venta, que se utilizaban como plataforma de distribución de medicamentos, anabolizantes y hormonas. Tras realizar una gran cantidad de vigilancias y seguimientos, se pudo comprobar que se utilizaban estos puntos de venta para la distribución de estos productos.
A medida que avanzaba la investigación policial, se descubrió que también vendían un producto etiquetado como natural que en realidad contenía la sustancia medicamentosa retirada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. En un primer momento, la investigación se centró únicamente en el grupo vinculado a la franquicia, dedicado a la adquisición, almacenamiento y venta de productos anabolizantes.
Sin embargo, al conocer que se estaba vendiendo el producto adulterado, los agentes se centraron en localizar su origen y se descubrió un segundo grupo organizado con sede en Toledo y conexiones en Badajoz. Según la Policía, este grupo fabricaba y comercializaba productos mediante dos empresas, que cubrían todo el proceso de elaboración, desde la síntesis del principio activo hasta su envasado, etiquetado y venta en tiendas de suplementación deportiva.
Estas mismas empresas también producían otros productos nutricionales, como proteínas y creatina, entre otros, bajo demanda y con las especificaciones de composición solicitadas por los distintos clientes, generalmente con calidades muy por debajo de las que constaban en las etiquetas. Entre los clientes de estas empresas fabricantes se encontraban las marcas propias creadas por la cadena de tiendas de la franquicia investigada.
Debido a desacuerdos en los precios y pagos de estos productos de suplementación deportiva entre las dos organizaciones, la producción de los productos de la franquicia se trasladó a la provincia de Alicante, más concretamente a una empresa donde pretendían seguir con la misma operativa.
Durante la investigación, se localizó un punto de venta en la localidad de Reus (Tarragona), donde se constató que también se dedicaban a la venta de productos anabólicos.