Descubierto un antibiótico extraído de la ‘leche de luna’

Descubierto un antibiótico extraído de la ‘leche de luna’

Este grupo de microbios puede generar cientos de antibióticos, algunos de los cuales se emplean diariamente.

 

Científicos de la Universidad de Lieja y la empresa HEDERA-22 han descubierto un compuesto críptico activo contra bacterias resistentes a los antibióticos gracias a un estudio sobre la leche de luna. Esta concreción mineral, que se encuentra comúnmente en cuevas y es utilizada por sus propiedades curativas, fue objeto de investigación por parte de los científicos con el objetivo de encontrar una justificación a su uso terapéutico tanto en humanos como en animales.

Los investigadores viajaron a las cuevas de la meseta condruziana para encontrar depósitos de leche de luna y aislar actinobacterias filamentosas, las bacterias responsables de la producción de agentes antimicrobianos. Descubrieron muchas bacterias en número y diversidad, representando todos los géneros más prolíficos en la producción de antimicrobianos.

El estudio, publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences, fue un primer paso en el descubrimiento de un compuesto críptico activo contra bacterias resistentes a los antibióticos en la leche de luna.

Un estudio sobre las bacterias aisladas en la leche de luna ha revelado una farmacia subterránea, donde un consorcio microbiano produce cientos de antibióticos, algunos de los cuales son utilizados en la actualidad. Sin embargo, lo más sorprendente es que la mayoría de los genes de biosíntesis involucrados en la producción de compuestos bioactivos son crípticos, es decir, no se pueden asociar a una molécula conocida.

Esto significa que estas bacterias constituyen una verdadera reserva para el descubrimiento de nuevas moléculas bioactivas, pero el problema es que son difíciles de cultivar en condiciones de laboratorio. Ya que son extraídas de condiciones de desarrollo extremas y oligotróficas, es difícil mantenerlas vivas una vez que salen a la superficie. Además, los medios de cultivo utilizados suelen ser demasiado ricos y tóxicos en comparación con las condiciones nutricionales de su nicho ecológico original.

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Estos hallazgos han llevado al descubrimiento de un primer compuesto, un antibiótico llamado lunaemycin producido por la bacteria «Streptomyces lunaelactis». Este nombre hace referencia al hábitat de la molécula y la bacteria, la leche de luna. La lunaemycin muestra propiedades interesantes, especialmente contra bacterias Gram-positivas resistentes a los antibióticos.

Todavía se deben evaluar más criterios para determinar si este nuevo antibiótico será viable, pero la lunaemycin es una primer exploración en la leche de luna, que contiene moléculas aún desconocidas con posible propiedades similares.

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