Explora aquí la rica historia y travesuras de los leprechauns, icónicas criaturas de la mitología irlandesa que han inspirado emocionantes juegos y la suerte que pueden traerte.
Una de las figuras míticas más representativas del folclore irlandés es el Leprechaun, un tipo de duende masculino que suele ocultar un tesoro. Son pequeños, ágiles, solitarios y su relación con los humanos se basa en hacerles travesuras o proporcionarles suerte, según les parezca apropiado, sobre todo para proteger sus riquezas.
La leyenda de los Leprechauns ha permanecido en forma de duendes que guardan un caldero lleno de oro en el imaginario popular de la Isla Esmeralda durante siglos. A día de hoy sigue presente de varias formas en la vida de los ciudadanos irlandeses, europeos, americanos y, en general, del mundo entero, sobre todo cuando se habla de la suerte en los juegos de azar. Es un icono indiscutible en los juegos de loterías y slots, tal y como señala Mejorescasinosonline.net, donde se muestra la máquina tragaperras virtual Land of Gold, en la que el Leprechaun es protagonista absoluto.
Qué hay que saber sobre los Leprechauns y sus tesoros
Esta figura mitológica, reconocida mundialmente por formar parte de la festividad de San Patricio, se representa generalmente vestido de verde, con un gran sombrero que cubre parcialmente su cabellera pelirroja, además de presentar una prominente barba del mismo color y, ocasionalmente, lucir un trébol de 4 hojas, símbolo de la suerte, ocupando un lugar en el sombrero o el traje.
Habitualmente ejercen el oficio de zapateros, fabricándolos o arreglándolos, aunque su fortuna no viene precisamente de este trabajo, sino de ocultar innumerables vasijas de barro repletas de oro, piedras preciosas, diamantes y, en general, valiosos tesoros. Al parecer, estas ánforas se enterraron en periodos de conflicto, pero solo ellos conocían su ubicación y pudieron recuperarlas.
Las leyendas aseguran que las personas pueden hacerse con este botín, para ello habrá que localizarlos, cosa bastante difícil, pues son tremendamente escurridizos y dominan bien el arte de la mimetización. Pero, si llegase a ocurrir, bastaría fijar la mirada sobre ellos para atraparlos y obligarles a ofrecer su tesoro, sin embargo, como dejen de mirarse por el más breve instante, estos desaparecerán instantáneamente, perdiendo la oportunidad de hacerse con su fortuna.
Personalidad de los Leprechauns
Generalmente, estos seres suelen ser poco sociables, no se fían demasiado de los seres humanos, algo común entre los duendes, como los que pueden habitar en otras partes del mundo. En concreto, tienen una gran similitud a los que viven en el norte de España, como los de la mitología asturiana y gallega (trasgus y trasnos). Habitan aislados en bosques frondosos, donde la naturaleza representa su mejor sistema de ocultación y defensa.
La forma en la que se presentan ante los humanos es muy ocasional, en paseos entre árboles por valles frondosos, cuando se escuchan los golpes de sus martillos sobre las suelas de los zapatos sobre los que trabajan.
Si los Leprechaun son descubiertos se mostrarán amables y simpáticos, sin embargo, al ser tan tacaños, en cuanto se les habla o pregunta sobre sus calderos llenos de tesoros, cambiarán radicalmente su actitud. Desde ese momento tratarán por todos los medios de desaparecer de la vista de la persona, inventarán situaciones para distraer y volver a ocultarse gritando que viene un oso o un enjambre de abejas, todo para confundir, asustar y que la mirada del ser humano deje de posarse sobre él.
Sin embargo, si estos trucos no hacen efecto, se producirá otro cambio de personalidad, tratarán de comprar su libertad volviéndose extremadamente generosos, ofrecerán bolsas llenas de monedas de oro. Llegado este momento, tampoco habrá que confiar plenamente en este ser, ya que, si se acepta rápidamente el tesoro, es posible que cuando el Leprechaun desaparezca, el oro se convierta en ceniza.
Por qué los Leprechaun atraen a la buena suerte
En los distintos juegos de azar que en la actualidad ofrecen los casinos (online o físicos) con su rica oferta lúdica, así como en distintas loterías y juegos de azar, el Leprechaun forma parte de los iconos relacionados con la suerte.
El motivo de esta relación proviene de la mencionada tradición y cultura existente alrededor de este fabuloso ser mitológico en Irlanda. Para los irlandeses es sinónimo de suerte encontrarse con uno de ellos en sus espacios naturales. Si se tiene la fortuna de posar la mirada sobre uno de ellos, podrá hacerse con su fabuloso tesoro, al igual que cuando se juega en una máquina tragaperras o se compra un boleto de lotería, hay que encontrarse con la combinación ganadora que permita el acceso el tesoro que guarda.
Aunque la leyenda de estos seres ha ido modificándose de generación en generación, la relación con recibir fortuitamente una sonora recompensa o atraer la buena suerte ha permanecido invariable durante todo el tiempo.
Origen de la leyenda
Los estudiosos de la materia han llegado a la conclusión de que el nombre Leprechaun proviene de un Dios primigenio irlandés, celta y héroe mitológico. Lugh, que así se llamaba, era una divinidad del sol y de la luz, transformado en un gran guerrero que gobernó sobre Irlanda en los albores del tiempo.
El paso del tiempo permitió la entrada de otras culturas y religiones, en concreto la cristiandad fue la que más efecto tuvo sobre este Dios y, a medida que los pobladores de la isla dejaban de creer en él para formar parte de los nuevos conceptos religiosos, fue perdiendo tamaño y poder. Dejó de ser un poderoso ser divino para llamarse Lugh encorvado y habitar en el mundo subterráneo de Sidh, junto al resto de dioses abandonados. Poco a poco, Lugh se va transformando en el artesano de hadas y otros duendes, adoptando el nombre definitivo de Leprechaun.