Artemi Rallo recuerda que la moción de censura al Gobierno del PP de Rajoy en 2018 fue un punto de inflexión frente a la degradación institucional.
La moción socialista ha sido aprobada por amplia mayoría. El PSOE reivindica la ética y la ejemplaridad en política y expone,
La corrupción en España tiene un nombre: Partido Popular.
La Comisión Constitucional del Senado ha aprobado este mediodía una moción socialista dirigida a reafirmar el valor esencial de la ética en la acción política para garantizar el prestigio y legitimidad de las instituciones democráticas. En la iniciativa, que ha sido defendida por Artemi Rallo y ha contado con 25 votos a favor, uno en contra y 2 abstenciones, solicitaba a las formaciones políticas involucradas en casos de corrupción, ejemplaridad en su labor pública y depuración de responsabilidades.
Rallo, portavoz socialista en la Comisión, ha señalado que el proceso de regeneración democrática de España, que arrancó en 2018 con la moción de censura al Gobierno del PP de Rajoy, proyecta un desafío constante hacia la recuperación de los principios y valores del buen gobierno, la persecución de los casos de corrupción y la garantía de la transparencia pública.
Es necesario recuperar el prestigio de la política y la confianza de la ciudadanía en la política para reforzar la democracia.
Ha destacado.
El senador por Castellón ha aseverado,
En los últimos tiempos y con la crisis sanitaria de la pandemia de por medio, hemos podido comprobar que la lacra de la corrupción persiste y los dirigentes afectados no actúan con la ejemplaridad exigible. A esto se añaden otros comportamientos deleznables como el espionaje político que empañan la grandeza de la actividad política, degradan la credibilidad de las instituciones democráticas y fomentan el populismo.
Artemi Rallo ha reivindicado la grandeza de la política como servicio público y ha recriminado al Partido Popular su actitud “indiferente, indolente e impasible” ante la corrupción.
El Partido Popular ya ha hecho callo con el tema de la corrupción y se ha autoindultado de todo. Hay cosas que no se pueden blanquear y, desgraciadamente, la corrupción en nuestro país tiene y tendrá siempre un nombre: Partido Popular.
Ha zanjado.