Con la venia: aclaremos los términos; soy europeo. Para más inri cartagrauero.
Así que no tengo por qué seguir el ceremonial ultramarino de la SuperBowl. Y no lo hago. Cuando veo un partido de la NFL espero emociones -que suele haberlas a porrillo- pero no me atiborro de jotsdogs, alitas de pollo, y colacola durante tres horas.
No pondré en peligro mi tipazo juncal por ningún motivo. Y menos por copiar una manía de los obesos yankys. Hasta ahí podríamos llegar con la riada.
Otra cosa es el consumo de cerveza, pero yo estoy superfederao en tierra de privotas, y además desde chiquito. Nada tengo que envidiar a ningún güero gringo.
Comentando esta edición de la SB, os diré que tuve que poner mucho cuidado para verla como me gusta, porque como ahora es Gran Noticia, hubiera sido fácil enterarme del resultado antes de tiempo, y perderme el Arrebato.
Así que el domingo por la tarde advertí a familiares y allegados -que lo verían en directo- de que no me dijeran nada del desarrollo o del tanteo por medio ninguno, bajo pena de ludibrio, picota, exclusión de la herencia y damnatio memoriae.
Acto seguido cerré todos mis canales de información, cené prontito un bacalao encamisao y leí a Houellebecq -en su bello idioma- con la ayuda de un 8×8 de Blantons, hasta caer en los brazos de Morfeo.
El lunes levantéme, aseéme, y piréme al 500. En la barra tomé mi americano mientras resolvía el cruci diario. Naturalmente, tuve que impedir que el lenguaraz del PepeCazorla me dijera algo más que los ‘uenodíah ‘anolo de costumbre, no fuera cosa que me arruinara la fiesta. Un berridito hube de darle al bocarrupio, pero me valió mi clara voz y se hizo humo.
Luego, ya en la mesa de la entrada chica, ignorante del resultado y solo y feliz, conecté la tableta y pedí al Yutús la página mechica que uso para ver la NFL -tecleando SuperTazón 58 jailáis- y me dispuse a vivir el Arrebato.
Consiste este festejo mío en ver cada jugada -y repetirla cuando lo creo necesario- pausando la gabación para analizar, celebrar, rabiar, cavilar, privar, reencender el liao si falta hiciera, avanzando poco a poco hasta el final. Así lo hice, y así lo disfruté.
Este juego de robar espacio al oponente es como el Go japonés, usando atletas especializados en vez de fichas. Y como el Go, esta lleno de brillantes recovecos y derrotas por media pulgada, como ocurrió en el partido deste lunes que resultó formidable. Lo que se dice un Arrebato.
Vale, que sí, que ya me enteré de que perdieron los 49ers. Pero mira tú que fue en un encuentro duro y firme, desos que emocionan, porque tuvo todo lo que hace apasionante este espectáculo, errores incluídos.
Hay que considerar que al SuperTazón no se llega por casualidad, sino que antes se produce un largo y tremendo derroche de esfuerzo -intensísimo, brutal- para ser Campeón de Conferencia. Y solo lo consiguen dos equipos.
Por eso la temporada dura de septiembre a febrero. Porque aún no se ha parido el humano que pueda jugar Futból diez meses al año, y menos con las exigencias de la NFL.
Además, como dijo un famoso coach; el ballet clásico es deporte de contacto, el Futból es deporte de demolición. Amén.
Ahora esperaré hasta el kickoff del 5 de septiembre, y me entretendré revisitando jailais, y discutiendo con el Darwin si apostar o no, y a qué.
También, como todos los años, recordaré la bronca que cogí por el nombre que le pusieron al equipo de mi pueblo. ¿A quién coño se le ocurre llamarlos Stormers? ¿Tormentosos querían decir, o simplemente atormentados?
Fue un momento muy anglocursi aquel. Graus o Crancs hubiera sido lo suyo pero, como por allí corría el supuesto marine rubito del carajo…
Bueno, haya paz y no liemos el palangre, que todo aquello nos sirvió para apreciar el desempeño del Benja, y la ilusión que ponía el conjunto.
En fin, en estas tres entregas os he contado sobre una pasión que llevo dentro desde niño -como tantas otras que seguro ustedes tenéis- y para remachar el clavo quiero añadir un dicho de aficionado viejo. Es de los Fieles de Ohío, a los que pertenezco por invitación, y reza así: ¡¡Muerto y frío estaré, y aún seré Niner!!
Como comentario musical, escuchemos a J.J. Cale cantando After Midnight, que no nos vendrá mal.
Post Data: del espectáculo del descanso no me preguntéis nada. Ni lo vi, ni aun me he enterado de quien actuó.
Yo, en los febreros busco Futból, no superpromos musicales.
Manolodíaz.