AVA-Asaja insta a las administraciones a investigar la "repentina caída" de hasta un 30% en los precios de los cítricos.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha solicitado a las autoridades autonómicas y nacionales llevar a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer las razones detrás de la brusca disminución de los precios de los cítricos en origen.
Según los datos de la Lonja de Cítricos de Valencia, los precios de las naranjas han sufrido un descenso de hasta un 30 por ciento en el último mes, con la variedad Navel Lane Late pasando de 0,36 a 0,25 euros por kilo (€/kg).
En el caso de las variedades más tardías, como la Valencia Late, los precios han comenzado en 0,21 €/kg, una cifra que también se sitúa por debajo de los costos de producción. En cuanto a las mandarinas, las variedades que han experimentado el mayor descenso en el valor son la Orri (-22%) y la Ortanique (-17%), según informó la organización agraria en un comunicado.
AVA-Asaja ha exigido una intensa campaña de inspecciones a los principales operadores comerciales y cadenas de distribución para descartar prácticas anticompetitivas, e incluso un posible acuerdo colusorio, ya que, según los datos oficiales de la Comisión Europea, ningún factor técnico por sí solo puede explicar de manera definitiva esta caída tan pronunciada en los precios que reciben los productores.
Además, han instado a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, a investigar y sancionar, en su caso, cualquier contrato de compra de cítricos cuyo precio esté por debajo de los costos medios de producción.
CRISIS CITRÍCOLA
Según la organización agraria, los primeros indicios de la crisis citrícola se manifestaron en enero, cuando algunas variedades de mandarinas, como la Clemenvilla o la Hernandina, enfrentaron graves problemas de comercialización e incluso hubo campos que no se cosecharon debido a la falta de demanda.
La organización, dirigida por Cristóbal Aguado, ha subrayado la necesidad de un acuerdo global dentro de la interprofesional Intercitrus que aborde, entre otros temas, medidas contundentes para poner fin lo antes posible al problema de la ‘pinyolà‘, que está causando una pérdida de consumidores, especialmente entre los jóvenes.
Además, señala que una gran parte de las naranjas, que hasta febrero estaban recibiendo precios «razonables», también han caído por debajo del umbral de rentabilidad. Según AVA-Asaja, parte del sector, especialmente el comercio privado y las cooperativas, atribuyen toda la culpa a un factor externo, como son las importaciones extranjeras.
En esta línea, según datos de la Comisión Europea facilitados por Ailimpo, las importaciones de naranjas a la UE desde países terceros entre octubre y febrero fueron de 263.437 toneladas, un 5% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Caída libre en precios de cítricos: ¿Competencia desleal o falla del sistema?
Las exportaciones de naranjas de España a la UE ascendieron a 580.337 toneladas, lo que mantiene la cuota de mercado en alrededor del 70% en una temporada con una cosecha reducida debido a las adversidades climáticas.
No obstante, AVA-Asaja ha expresado su «indignación ante la estrategia comercial de la UE que fomenta la competencia desleal de países terceros, a costa de sacrificar a sus productores», y ha destacado el «enorme potencial de crecimiento de Egipto«, que ha superado por primera vez a Sudáfrica en envíos de naranjas durante este tramo de la temporada, con 115.022 toneladas, lo que representa un aumento del 56% respecto al año anterior.
En este sentido, la organización agraria ha solicitado a Bruselas que revise el acuerdo comercial que la UE tiene con Egipto, así como con otros países como Sudáfrica, Turquía y Marruecos,
Con el fin de evaluar el impacto presente y futuro sobre el sector citrícola europeo, teniendo en cuenta el aumento de superficie que han plantado en los últimos años, y evitar la entrada de nuevas plagas y enfermedades en Europa.
AVA-Asaja ha advertido que las movilizaciones «continuarán mientras las políticas agrarias y medioambientales impulsadas por todas las administraciones nos resten competitividad y nos expulsen de nuestros campos y granjas». Concluye.