Detenido un pederasta tras confesar ante la Guardia Civil

Detenido un pederasta tras confesar ante la Guardia Civil

Tras 50 años de abusos sexuales y violaciones a menores de su entorno, el pederasta se presentó en el cuartel de la Guardia Civil para confesar los hechos.

 

Un individuo de 69 años ha admitido ante la Guardia Civil de Llíria (Valencia) haber perpetrado agresiones sexuales contra cinco víctimas a lo largo de décadas, según ha informado el instituto armado este miércoles.

El hombre fue detenido y llevado ante la justicia. Según ha comunicado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Llíria, en funciones de guardia, ordenó este martes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido por supuestamente haber agredido sexualmente a menores de edad de su círculo familiar durante años.

El detenido, quien se presentó voluntariamente en la Guardia Civil, está siendo investigado inicialmente por cuatro presuntos delitos continuados de agresión sexual contra otras tantas víctimas, ha informado el TSJCV.

Conforme ha adelantado el diario Levante-EMV, algunos de los actos confesados se remontarían a los años 70, por lo que podrían haber prescrito. Según el reporte, en el momento de su confesión, acudió al cuartel acompañado de su pareja actual, madre de una de las víctimas, para reconocer los hechos.

El sospechoso, un hombre de 69 años de edad y nacionalidad española, mantuvo en secreto sus oscuros actos, dejando un rastro de devastación psicológica a su paso. Entre sus víctimas se encuentran su nieta, quien además presenta diversidad funcional, su hermana, su cuñada, una amiga de la familia y su última víctima, una niña de ocho años que aún es menor de edad.

La confesión del acusado el pasado domingo, cuando se presentó en el cuartel de la Guardia Civil acompañado de su actual esposa, madre de una de las víctimas, ha sacado a la luz estos años de abusos sexuales, muchos de ellos con penetración, que él había mantenido ocultos.

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A pesar de que en alguna ocasión su hija le reveló que su abuelo (con quien la madre lleva una relación desde hace veinte años) la había abusado cuando ella tenía once años, su pareja se negaba a creerlo.

El presunto pederasta describió detalladamente uno a uno los abusos sexuales que perpetró contra sus víctimas, comenzando por la más reciente, una niña de apenas ocho años, hija de unos amigos con quienes coincidía en un camping en la provincia de Valencia, cuya ubicación no se revela para proteger la identidad de la única víctima que aún es menor de edad, actualmente con diez años. Las otras víctimas, ya mayores de edad, han dado su consentimiento para que se haga público el rostro de su agresor.