Me pregunto si Carlos Fabra acudió por decisión propia a la presentación de la candidatura de Begoña Carrasco o si fue invitado por ésta, la presidenta provincial del PP, Marta Barrachina, o el secretario general, Salvador Aguilella. Hay opiniones para todos los gustos.
Pedro Sánchez triunfó el pasado martes en el Palau de la Festa de Castelló, donde hizo referencia al mitin del PP del día anterior en el Auditorio de la capital de la Plana, en el que se saludaron afectuosamente Carlos Fabra y M.Rajoy.
El presidente del Gobierno explicó de forma muy sencilla y gráfica lo ocurrido: aquello “fue el abrazo de la corrupción y los recortes”.
No se puede definir mejor la orgía programada por el Partido Popular, en la que se decidió echar pelillos a la mar y rendir pleitesía a quien otrora fuera dueño y señor de casi todos los allí presentes.
Fue la puesta en escena con la que la popular Begoña Carrasco presentaba públicamente sus credenciales para conquistar la alcaldía de Castelló, un objetivo que se complica vertiginosamente con el paso de los días por la solvencia, liderazgo y venta de gestión de la alcaldesa socialista, Amparo Marco, y la manifiesta falta de consistencia política de la candidata de la derecha.
La señora Carrasco se afana por dibujar una realidad catastrófica que la ciudadanía no ve, mientras la alcaldesa Marco vende gestión: un nuevo PGOU para superar el limbo en el que urbanísticamente el PP dejó a Castelló; la constante transformación de la ciudad gracias a la capacidad del equipo de gobierno para captar fondos europeos; un nuevo centro de salud en el Raval Universitari; la apertura del centro de día para enfermos de Alzheimer que cerró el PP; un transporte público moderno y de calidad, que además es gratuito para la gente joven; el triunfo que económica y socialmente ha supuesto la remodelación de la avenida de Lidón, o haber levantado la hipoteca reputacional que pesaba sobre el Ayuntamiento de la capital.
También es muy importante que en solo ocho años se haya reducido el endeudamiento municipal del 80% que dejó el Partido Popular al 16% actual. Además, hoy el periodo medio de pago a proveedores es de tan solo 11 días.
¿Quién acosa al PSOE?
Lo que no acabo de entender es quién está detrás de la campaña de difamación contra el Partido Socialista orquestada desde comienzos de 2023 en la ciudad de Castelló con pegatinas insultantes colocadas en fachadas y mobiliario público municipal, y la realización de macropintadas en la práctica totalidad de las vallas de publicidad.
Sorprende la impunidad con la que se mueven los difamadores y que en Castelló, uno de los escenarios de la corrupción del PP en aquellos años del saqueo y la lujuria política, se esté imputando impunemente delitos a una organización política como el Partido Socialista por parte de delincuentes que tienen la suerte de que ningún agente los pilla nunca con las manos en la masa.
Y eso que necesitan una importante infraestructura para encaramarse a las altas vallas de publicidad.
Hacer sus fechorías les llevará un buen rato y es probable que hayan de recurrir a aparatosas escaleras o improvisados andamios.
Sería bueno conocer quién está detrás de esta campaña. Y que nos expliquen qué fue antes: la gallina o el huevo. ¿Fue Carlos Fabra quien decidió presentarse en el mitin del PP o lo invitaron? ¿Quién podría haberlo invitado: la candidata Begoña Carrasco, la presidenta Barrachina o el secretario general Aguilella?
Rafa García. Periodista
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