El antepenúltimo acto ejemplar y «Se acabó la fiesta»

El antepenúltimo acto ejemplar y «Se acabó la fiesta»

Se acabó la fiesta para la izquierda valenciana, Paco Camps queda absuelto de todos los cargos.

 

Al día siguiente de ser absuelto de la décima y última causa contra él interpuesta; al ser preguntado por su futuro político, contestaba, humilde y sinceramente:

Lo importante en este momento no es el futuro de Paco Camps, lo auténticamente importante en este momento es la unión de todas las derechas para derrotar en las urnas a la persona que está destrozando la nación española y nuestra democracia.

Era el antepenúltimo, o Dios sabe cuál, gesto de un gran político valenciano, Francisco Camps Ortiz. Que lo demostró en su gestión y en las urnas.

Y al que los juzgados han devuelto, la honestidad, la honradez y la honorabilidad que siempre tuvo, secuestrados por demandantes con indecentes intereses políticos y una Fiscalía Anticorrupción que una vez más queda pendiente de justificar su actuación y su razón de ser.

Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana desde 2003 al 2011, en aquellas ultimas elecciones a las que se presentó, ganó por mayoría absoluta con un millón doscientos mil votos, dicho sea de paso más que la suma de todos los partidos que han conseguido unirse para gobernar en el País Vasco en las últimas elecciones.

Él solo y solo él, cómo ha manifestado públicamente, decidió dimitir por el bien de la Comunidad Valenciana y de su Partido.

¡Señores de la izquierda, hay políticos que si dimiten, aunque solo sea por coherencia en su discurso y para demostrar su inocencia!

Empezó aquel “calvario” con la imputación por el “caso de los trajes” que fue magnificado e interesadamente tratado por alguna prensa, la manipulada opinión pública y la desfachatez de la izquierda valenciana, que por supuesto después de la última sentencia exculpatoria han sido incapaces de pedir perdón en la misma proporción.

Insultos, descalificaciones, escraches personales, familiares e institucionales, calificados en aquel caso por sus enemigos como “jarabe democrático”, han sido la tónica general del comportamiento de la izquierda, durante estos quince años.

Y no se lo pierda, respetado lector…pese a las sentencias de los Tribunales de Justicia, los seguirá escuchando y leyendo.

Cohecho impropio, corrupción, financiación irregular del PP valenciano, malversación, prevaricación, falso testimonio;  de todo esto fue culpado, y de todas estas acusaciones, en quince años, quince, ha sido absuelto.

Quedan para la historia, frases lapidarias y gestos que valen por más de mil palabras.

“En política s’exigeix ​​allò ètic i allò estètic”, consta en el diario de sesiones de las Corts Valencianes

La ejemplaridad en política, tiene que ir un paso por delante de la legalidad”, Pedro Sanchez dixit.

¿Y ahora qué?

Ni Mónica Oltra reconocerá su malintencionado “error”, ni Pedro Sánchez actuara ejemplarmente en política.

En otro orden de cosas, queda la rehabilitación política de Camps, y queda esta en manos del propio Partido Popular. Él ya ha manifestado:

Tengo ganas de volver a la política en primera línea.

Pero con una actitud que le honra, ha añadido que lo hará donde su partido considere oportuno y por supuesto dispuesto a someterse “al escrutinio de las urnas”.

Estoy seguro que Alberto Núñez Feijóo, Carlos Mazón conjuntamente con el propio Francisco Camps y los órganos directivos del partido, encontraran lo solución más adecuada.

Queda para la historia que un político maltratado malintencionadamente durante quince años, RECUPERA POR JUSTICIA su condición de “MOLT HONORABLE”.

Miguel Angel Mulet i Taló