Benlloch explica que la principal función de este órgano técnico será garantizar el equilibrio entre la necesidad de dinamizar cuanto antes la ciudad y la seguridad sanitaria en todas las acciones que se lleven a cabo
El Ayuntamiento de Vila-real ha activado un gabinete técnico formado por ocho técnicos municipales cuya función principal será asesorar al gobierno local y dar respuesta a las acciones y gestiones encaminadas a avanzar en la desescalada y el paso hacia la nueva normalidad tras la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19. El alcalde de la ciudad, José Benlloch, detalla que este gabinete técnico, que celebró su primera reunión este pasado 29 de mayo, tiene como principal función “hacer posible el equilibrio entre el renacimiento y la necesidad de dinamizar cuanto antes la ciudad con la imprescindible prudencia y garantía de seguridad sanitaria en todas las acciones que se lleven a cabo en este proceso de desescalada”.
El alcalde recuerda que “desde el primer momento nos comprometimos a afrontar esta desescalada desde la prudencia, la responsabilidad y siempre primando la salud de las personas”, por ello “consideramos que la mejor manera es que exista un criterio técnico que asesore en esta reactivación de la ciudad, tanto desde el punto de vista de la reapertura de instalaciones municipales como de las iniciativas enfocadas a la dinamización económica y social”. Ante cada propuesta, la decisión final estará en manos del equipo de gobierno pero atendiendo a los informes y criterios establecidos por este órgano técnico, tal como ha explicado el primer edil.
El gabinete técnico ha solicitado a todas las concejalías que elaboren planes detallados sobre la desescalada y el paso a la nueva normalidad “siempre teniendo en cuenta que estos planes y las medidas a implantar deben ser flexibles dado que la normativa que fijan las autoridades competentes en materia sanitaria puede ir variando según las necesidades que se vayan detectando por la evolución de la pandemia”, ha recordado Benlloch.
El gabinete está coordinado por la jefa del Gabinete de Alcaldía, Edurne Zubiría, e integrado además por: Simón García Petit, coordinador-asesor de Alcaldía en Urbanismo; David Montés, jefe del negociado de Sanidad; Pilar López, jefa de Servicios Sociales; Estela Bellés, operaria de Alcaldía; Carlos Martín, técnico auxiliar de Relaciones Institucionales; Joaquín Capilla, técnico en Prevención de Riesgos Laborales; y José Ramón Cantavella, jefe del Servei Municipal d’Esports.
En la primera reunión celebrada este pasado viernes, los miembros del gabinete coincidieron en que “el proceso de desescalada debe ser pausado y meditado”. En este sentido, remarcaron la necesidad de “analizar cada una de las decisiones con prudencia y seguridad puesto que las decisiones a tomar supondrán un elevado coste material para el Ayuntamiento y siempre tiene que primar la cautela, la responsabilidad y la seguridad”.