El Ayuntamiento insiste en «su proyecto» de la Avenida Lidón

El Ayuntamiento insiste en «su proyecto» de la Avenida Lidón

Para el Ayuntamiento, el anteproyecto de la avenida Lidón prioriza al peatón, duplica la superficie verde y reduce las emisiones en un 87%

Desde el consistorio afirman que la propuesta incorpora más del 90% de las aportaciones surgidas del proceso de participación para definir la remodelación del vial

El Ayuntamiento de Castellón ya dispone del anteproyecto de mejora de la movilidad peatonal y ciclista de la avenida Lidón, fruto del proceso participativo iniciado el pasado mes de noviembre para definir de forma colaborativa la remodelación, y en el que se han implicado más de una veintena de colectivos sociales, en representación de asociaciones y federaciones vecinales, comerciantes, colegios, sindicatos, empresas, colectivos ecologistas, el Consell Social y la Universitat Jaume I (UJI), entre otros, además de técnicos municipales y concejales de la corporación municipal, tanto del equipo de gobierno como de la oposición. Más del 90% de las aportaciones surgidas de este proceso se han incorporado al anteproyecto.

“La reforma de la avenida Lidón nos permitirá impulsar una transformación urbana sostenible, que sitúe a Castellón en la vanguardia del urbanismo de calidad basado en criterios de sostenibilidad y alineado con los ODS”, ha explicado la alcaldesa, Amparo Marco. “Ya disponemos de un anteproyecto que es fruto de un proceso de participación ciudadana, durante el que se ha definido una propuesta que prioriza la movilidad peatonal y ciclista. Seguimos avanzando así de la mano de Europa y junto a los vecinos y vecinas en hacer de Castellón un modelo de ciudad más sostenible, segura y saludable, con perspectiva de género y accesibilidad universal”, ha remarcado la alcaldesa.

El contrato para la redacción del proyecto y la ejecución de la obra saldrá a licitación en breve, con un presupuesto de 3,3 millones de euros. El anteproyecto define la mejora urbana y ambiental de la avenida Lidón es fruto de un análisis profundo de las infraestructuras existentes, planes urbanos, estrategias y planes de ciudad, y de las sugerencias y necesidades aportadas en el proceso de participación ciudadana. La intervención tiene como objetivo la mejora de la movilidad peatonal y ciclista mediante la remodelación completa de la sección viaria para la reducción de la presión del vehículo privado y de las emisiones de CO2. Además, incorpora otros objetivos como la creación de un itinerario seguro, la accesibilidad universal, la mejora de la biodiversidad y de las soluciones naturales para la gestión sostenible del agua o la creación de un espacio saludable y de bienestar, con la intención de que el proyecto sea un ejemplo replicable de transformación urbana sostenible que sitúe a Castelló como ciudad pionera en hacer un urbanismo de calidad basado en criterios de cambio climático y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Impacto en movilidad, medio ambiente salud urbana y aspectos sociales

La remodelación propuesta en el anteproyecto ha tenido en cuenta impactos relacionados con la movilidad, medio ambiente, salud urbana y aspectos sociales. Así, en movilidad, incrementa las plazas de aparcamiento, pasando de las 397 actuales a 435, asegurando una distancia peatonal a las plazas existentes de máximo 5 minutos a pie. Además, aumenta la longitud de itinerarios seguros, de 910 a 1.413 metros; e introduce un carril ciclable a lo largo de toda la avenida, de 1,4 kilómetros, que conecte el centro con Lledó. Asimismo, reduce notablemente el tráfico de paso, estimando que pase de los 4.251 vehículos por día actuales a 537; y con ello disminuir las emisiones de carbono en un 87% (de 507 Kg CO2/día a 64). El espacio destinado al peatón se incrementa así en más de un 35% (del 31% actual al 68%).

En cuanto a la ordenación del tráfico, se propone que toda la avenida sea zona prioritaria para el peatón, incluyendo un carril bici a lo largo del recorrido, desde la plaza María Agustina a la Basílica de la Mare de Déu del Lledó, y evitando que el tráfico sea continuo, de forma que no sea una vía rápida de entrada y salida de la ciudad, incorporando para ello elementos que contribuyen a reducir la velocidad y a pacificar el tráfico. En este sentido, el anteproyecto de reforma divide la ordenación de la avenida en tres tramos y en todos ellos se garantiza el acceso de vehículos de residentes, de emergencias y de servicios urbanos.

En el tramo 1, de la plaza María Agustina a Tombatossals, el anteproyecto prevé manzanas que se pueden recorrer en vehículo y otras que son peatonales. En esta zona hay previstas bolsas de aparcamiento y se permitirá el acceso al colegio en las horas punta, tanto a vehículos particulares como al transporte público. En el tramo 2, de Tombatossals a la ronda de circunvalación, se permite el tráfico a velocidad reducida en las dos direcciones y en este espacio se contempla la ubicación de un párking disuasorio, que incluirá zonas verdes y de gestión del agua. El tramo 3, desde la ronda a la basílica, será peatonal (aunque seguirá permitiendo en todo caso el acceso a residentes y de vehículos de emergencias y de servicios urbanos).

En medio ambiente, si comparamos la situación actual con la propuesta, se incrementa en más de 200 árboles (de los 506 que hay ahora en la avenida a 734, incluyendo diferentes estratos vegetales, que mejoran los indicadores ambientales de biodiversidad); y se aumenta la superficie permeable (de 5.000 metros cuadrados a 14.000). La superficie vegetada se amplía, de 5.000 metros cuadrados a 9.700; y el índice biótico del suelo pasa del 10 al 23%. Además, se gestionan en sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS), 587 metros cúbicos de agua de lluvia que previamente se llevaban a la red de saneamiento y se asegura la calidad suficiente para que, allá donde se pueda, se infiltre el agua al terreno según las directrices de diseño internacionales. También se va a utilizar para el riego agua regenerada, no potable.

Respecto a salud urbana, el anteproyecto de la avenida Lidón parte de una reducción notable del tráfico, que conlleva la mejora de la calidad del aire y la reducción del ruido. Además, la introducción de áreas arboladas y pérgolas que generan sombras, las láminas y juegos de agua y los pavimentos drenantes reducen el estrés térmico. También se generan itinerarios continuos seguros, con un ancho superior a 4 metros para mantener las distancias de seguridad, teniendo en cuenta la situación de crisis sanitaria que ha puesto en valor la necesidad de espacios públicos que garanticen su uso como lugar de esparcimiento seguro, con prioridad peatonal y asegurando una accesibilidad universal. Y en el anteproyecto se contempla la apertura del vallado del parque Rafalafena a la avenida Lidón, generando un espacio de mayor calidad y fomentando un mayor uso de dicho parque.

En cuanto a aspectos sociales, el espacio tiene en cuenta las distintas esferas propia, política, productiva y reproductiva, generando espacios de estancia, de relación, de producción, deportivos, de juego, de descanso y de cultura. La reducción del tráfico permite destinar una gran cantidad de espacio para el disfrute de las personas, generando una calle más viva, amable y segura. Este urbanismo también tiene en cuenta la accesibilidad universal y la perspectiva de género, adoptando medidas tales como la introducción de mobiliario adaptado y espacios bien iluminados.

Cabe recordar que el proyecto, valorado en 3,3 millones de euros, será cofinanciado con fondos europeos, a través de la convocatoria de subvenciones a proyectos singulares de entidades locales que favorezcan el paso a una economía baja en carbono en el marco del programa operativo Feder de crecimiento sostenible.