Cierto es que el dinero no hace la felicidad, aunque hay que reconocer que ayuda bastante. Pero no siempre «poderoso caballero D.Dinero” es la solución para la consecución de objetivos. Estoy hablando de fútbol. Dos modestos, dos equipos pequeños de la vetusta y abandonada Castilla y León, Ponferradina y CD Mirandés, se han sumado a...
Cierto es que el dinero no hace la felicidad, aunque hay que reconocer que ayuda bastante. Pero no siempre «poderoso caballero D.Dinero” es la solución para la consecución de objetivos.
Estoy hablando de fútbol. Dos modestos, dos equipos pequeños de la vetusta y abandonada Castilla y León, Ponferradina y CD Mirandés, se han sumado a Racing de Santander y CF Fuenlabrada en la consecución del ascenso a la 2ªDivisión del fútbol español, esa que ahora llaman, por imperativo económico, tan ridículamente, Liga 123.
En el caso del CD Mirandés, se ha ascendido quizá el año que la afición menos fe había depositado en el play-off, una inigualable afición por su apoyo constante al equipo y por su respeto al contrario y a aquellos que siguiendo sus colores se desplazan hasta Miranda de Ebro.
Hace muy pocas fechas un amigo, árbitro de 2ªB, que ha pitado en Miranda varias veces, la última no hace mucho, me comentaba lo que dijo a sus asistentes y cuarto árbitro antes de saltar al césped:”Salir y disfrutar, arbitrar en Anduva es una experiencia única de la que hay que disfrutar”. Ya se imaginarán ustedes que a mí se me pusieron los pelos como escarpias del orgullo mirandés que sentí al escuchar su comentario.
Equipos hechos a base de talonario, con plantillas que algunas veces superaban su capacidad económica, se han quedado en el camino para dejar paso a quienes con humildad, paciencia y sacrificio han tocado la gloria con sus dedos.
El CD Mirandés, bien tutelado por su presidente, mi buen amigo Alfredo de Miguel, no tiró la casa por la ventana a pesar de contar con una excelente situación financiera. Se apostó por conseguir el ascenso con los medios lógicos de la categoría sin endeudar el club, se apostó por la paciencia, por saber competir y el tiempo ha demostrado que la decisión fue la acertada.
Ponferrada y Miranda de Ebro, curiosamente “hermanadas” por el hecho de ser las dos ciudades más grandes de la Comunidad, a excepción de la capitales de provincia, y las dos instaladas en terrenos fronterizos olvidados por sus capitales de provincia y región, han vivido intensamente la celebración del ascenso, en la capital del Bierzo desde el sábado y en la ribera del Ebro desde ayer.
Dos equipos modestos, dos equipos de Castilla y León en 2ª División demuestran que no todo está mercantilizado en nuestro fútbol, hacer las cosas bien también da buenos resultados.
Felicidades bercianos y como no, un enorme abrazo para la mejor afición de España, la de mi pueblo, la rojinegra que nunca abandona sus colores…¡¡¡SOMOS de 2ª!!! ¡¡¡Aúpa Mirandés!!!