Los discos de freno representan uno de los elementos clave para el buen funcionamiento de un coche.
Están asociados a la importante acción del frenado, necesaria para que el conductor pueda conducir con normalidad y sin alteraciones. Su sustitución cada cierto periodo de tiempo o si presenta daños y fisuras, así como el buen uso son factores decisivospara que esta función de seguridad se cumple con mayúsculas. Conocer el funcionamiento de esta pieza y sus condiciones ayuda notablemente a obtener el mejor rendimiento y optimizar todas sus posibilidades.
La reducción de velocidad en un vehículo se produce gracias al disco de freno, que es una pieza que ejerce presión mediante otra pieza que se conoce como pinzas de freno. De esta manera, se produce una disminución de la potencia y esto se traduce en la consiguiente bajada de la velocidad. Es el funcionamiento del sistema de frenado, que suele funcionar mediante un proceso hidráulico que se inicia cuando el conductor pulsa el pedal correspondiente. El grafito laminar y el acero inoxidable con los materiales más comunes en la producción de este elemento, para el que también se puede utilizar otros productos que ofrecen una mayor ligereza como carbono, titanio o aluminio. En cualquier caso, son materiales resistentes y fuertes, que garantizan el correcto funcionamiento de este sistema en todo tipo de condiciones, tanto relacionadas con el terreno o la climatología, y durante un largo periodo de tiempo.
Labores de mantenimiento
Al igual que otros elementos de un vehículo, los discos de freno están sujetos a unas condiciones de cuidados y mantenimiento, cuya correcta aplicación puede prolongar la durabilidad del producto. Hay factores clave en este objetivo, como el uso de unas llantas adecuadas para el tipo de vehículo utilizado, pues son importantes para frenar con naturalidad, o una buena conducción. Realizar cambios de marcha con frecuencia y evitar los frenados bruscos son acciones que ayudan. Las revisiones periódicas y el cambio de aceites y filtros cuando corresponda son otras medidas beneficiosas.
Cuándo y cómo cambiarlos
La vida útil de este elemento se suele establecer en unos 120.000 kilómetros, un periodo en el que se utilizan dos pastillas de freno, que es otra de las piezas importantes en el sistema de frenado. Además de la distancia recorrida, hay otros indicadores que permiten diferenciar si la sustitución debe realizarse antes de dicha cifra. Un ruido extraño cuando se realiza la acción del frenado o problemas relacionados con dicho movimiento son síntomas de qué algo está fallando en el proceso y que podrían estar relacionados con el disco de freno.
El cambio de los discos de freno implica una serie de pasos que deben seguirse con cautela. Tras levantar el vehículo con un gato y retirar la rueda, hay que sacar uno a uno los diferentes elementos del sistema: pastilla, pinza y disco. Una vez todo este contenido está retirado, se procede a la colocación del nuevo disco de freno, que requiere de un atornillamiento para que quede fijo y rígido. Después hay que limpiar el disco e insertar las nuevas pastillas, que se cambian a la vez, y la pinza, que mantiene la actual. Tras colocar la rueda, es recomendable bombear el freno, que significa llevar a cabo una presión progresiva durante varias veces.