El emotivo triunfo de la castellonense Sara Sorribes en los Juegos Olímpicos de París 2024

El emotivo triunfo de la castellonense Sara Sorribes en los Juegos Olímpicos de París 2024

Sara Sorribes llegó este lunes a Valencia con la medalla de bronce para disfrutarla con su familia y amigos en su localidad de la Vall D'Uixó.

 

La castellonense Sara Sorribes natural de La Vall d’Uixó y la cántabra Cristina Bucsa lograron la decimoquinta medalla para el tenis español en unos Juegos Olímpicos, la segunda en los de París. Su bronce, obtenido tras vencer a las checas Karolina Muchova y Linda Noskova con un contundente 6-2 y 6-2, es un logro que celebran con gran satisfacción.

En su rápida trayectoria como pareja, Sorribes y Bucsa han demostrado que una relación de circunstancias puede convertirse en un valor seguro. Esta es la quinta medalla en dobles femeninos para el tenis español, y la primera desde la plata que Anabel Medina, actual capitana del equipo, y Virginia Ruano ganaron en Pekín.

Conchita Martínez, antes de ellas, había ganado tres medallas: dos de plata con Arantxa Sánchez Vicario (en Barcelona y Atenas) y un bronce en Atlanta con la misma Sánchez Vicario. Además, hay otras cuatro medallas en dobles masculinos y seis en individuales.

El tenis español ha sido una fuente constante de medallas, y en los Juegos de París el sabor es especialmente dulce, debido al prestigioso escenario de Roland Garros. Aunque la pareja Sorribes-Bucsa ha jugado solo nueve partidos juntas, han acumulado solo una derrota, la que les impidió llegar a la final de París 2024 frente a las rusas Mirra Andreeva y Diana Shnaider.

La compenetración entre Sorribes y Bucsa ha crecido a lo largo de su aventura en los Juegos, y esta final de consolación mostró la máxima expresión de su conexión y habilidad en la cancha.

La pareja, formada en Madrid de manera algo fortuita según ellas mismas, ha demostrado ser una dupla de confianza. Después de ganar el Masters 1.000 en la capital española, ahora han sumado un valioso bronce en el prestigioso escenario de Roland Garros.

Este recinto sagrado del tenis fue testigo de una histórica final en 2023, cuando Muchova alcanzó el mejor resultado de su carrera. Aunque su trayectoria se ha visto afectada por lesiones, sus golpes de genio no fueron suficientes para arrebatarles el bronce a las españolas, que ahora se destacan en el panorama del tenis nacional.

El partido comenzó favorable para las españolas, que tuvieron dos oportunidades para adelantarse 3-0. Controlaron el primer set después de que Noskova cediera su primer servicio, y Muchova perdió el suyo en el séptimo juego. Así, la primera manga se resolvió en poco más de media hora.

En la pista central de París, las checas fueron arrasadas por un torbellino que les impidió encontrar grietas en el juego de las españolas, quienes deslumbraron con su determinación y garra.

El partido tomó un rumbo claro cuando las españolas lograron un 3-0 inicial en el segundo set, gracias a un servicio arrebatado a cada una de las checas. Esta ventaja consolidó su posición en la lucha por el bronce, que se volvió una perspectiva cada vez más tangible. Aunque Bucsa cedió su saque en el cuarto juego, fue un contratiempo menor.

El rendimiento de las españolas se mantuvo sólido, y Muchova volvió a perder su servicio en el séptimo juego. Con solo un paso más hacia el bronce, la medalla se aseguró en la primera bola de partido.

Las checas no pudieron contrarrestar el torbellino que desataron las españolas en la pista central de París. Desorientadas por la intensidad y determinación de sus rivales, no encontraron manera de romper el juego sólido de las españolas.

La castellonense Sara Sorribes solo soñaba con ser tenista

La tenista castellonense Sara Sorribes, quien junto a Cristina Bucsa obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París, expresó que ha logrado cumplir «un sueño» que supera ampliamente sus expectativas. Desde pequeña, su única aspiración era «simplemente ser tenista».

Recuerdo que en 2014 mi único deseo era convertirme en tenista, vivir de ello y disfrutar de mi pasión, y lo he logrado. Mi carrera ha sido mejor de lo que jamás imaginé. Esta medalla representa el sueño de toda una vida.

Comentó Sorribes.

Con 27 años, la tenista no pudo contener la emoción al rememorar sus comienzos y al ver su nombre en el tercer escalón del podio de los Juegos de París, especialmente en un escenario tan icónico para el tenis español como la pista central de Roland Garros.

«No jugaré el próximo torneo en Cincinnati. Quiero saborear este momento en mi hogar, con mi familia. Planeo pasar todo un día con la medalla, incluso dormir con ella puesta. El tenis puede esperar», añadió la española.

Sara Sorribes y Cristina Bucsa han marcado un hito al convertirse en la quinta pareja española en obtener una medalla en dobles femeninos. No pudieron ocultar su emoción al unirse a la estela abierta por Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario.

Es algo alucinante, estar ahí, en la línea de éxito del tenis femenino español. Me veo como una niña que ama el tenis y ha ido abriéndose paso. Me siento privilegiada por poder competir en lo que me gusta y disfrutar de estar sana y feliz. Ganar esta medalla en el momento en que me encuentro me hace sentirme increíblemente agradecida; estoy todo el tiempo con la piel de gallina.

Expresó Sorribes, emocionada.

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Además, la tenista de la Vall d’Uixó, compartió que el día estuvo cargado de emociones, resaltando especialmente el momento en que vio a Pau Gasol en la pista: «Me hizo una ilusión enorme, estoy deseando darle un abrazo».

Fotografía: Comité Olímpico Español.

Sara Sorribes, quien comenzó a jugar junto a Cristina Bucsa en el torneo de Madrid, admitió que la medalla olímpica parecía una quimera para ella, y mantuvo una actitud prudente hasta el final: «Cuando íbamos ganando 5-2 en el segundo set, le dije a Cristina que aún estábamos muy lejos de la victoria. Con rivales de tanto nivel, todo puede cambiar en un instante».

En contraste, Bucsa mostró una actitud más decidida y aseguró que desde su victoria en Madrid, creyó en la posibilidad de obtener una medalla en los Juegos de París.

A sus 26 años, la jugadora nacida en Chisináu es reconocida por su actitud audaz. Después de la derrota en semifinales contra las rusas Mirra Andreeva y Diana Shnaider, Bucsa confesó que estaba convencida de que lograrían la medalla de bronce. «Cambié el chip rápidamente, le dije a Sara que íbamos a ganar. Estaba muy segura y habíamos preparado muy bien la estrategia», comentó.

Sorribes, por su parte, es más cauta. «Mi mente tiende a llevarme muy lejos, me hace sentir una gran ilusión, y trato de mantener los pies en el suelo. Cristina ha sido la que me convenció de que era posible», explicó.

Desde el primer punto dejamos claro a las checas que íbamos a luchar con todas nuestras fuerzas, que íbamos a seguir nuestro plan, y así lo hicimos.

Comentó Bucsa.

Cristina también recordó a su padre, quien fue olímpico en biatlón en Nagano y Salt Lake City y que la inspiró a seguir una carrera en el tenis, ahora coronada con este éxito.

Estoy muy orgullosa de mi familia y de este gran logro. Hemos trabajado mucho desde que era una niña, y mi familia siempre ha estado a mi lado.

Señaló.

Para Bucsa, la medalla de bronce también representa una forma de compensar la ausencia de medalla en los Juegos Olímpicos de su padre. «Estoy muy feliz por este logro, por ser su hija y por tener en mente esa lucha que me enseñó. Agradezco profundamente a todos los que me han apoyado y han creído en mí», agregó.

Aunque Bucsa valoró enormemente la medalla, no le restó importancia el hecho de que no sea de oro. «Lo importante es ganar una medalla, es el reconocimiento a todo el trabajo que hemos hecho con nuestros entrenadores. Estoy muy agradecida de estar aquí y de haber conseguido esta medalla», comentó.

Sobre su futuro como pareja en el circuito, tanto Sorribes como Bucsa prefirieron no hacer declaraciones definitivas. «Ya lo veremos, ni siquiera sabemos qué pasará mañana», concluyeron.

La primera medallista olímpica de la Comunitat Valenciana en los Juegos de París ya ha regresado a casa

Sara Sorribes llegó a València este lunes a las 12:35, con la medalla en la maleta, apenas unas horas después de que David Ferrer y Anabel Medina aterrizaran también en el aeropuerto de Manises. Sorribes toma el relevo de Medina, quien obtuvo la plata en Pekín hace 16 años.

«Estoy muy feliz y contenta, ha sido una experiencia muy bonita», expresó Sorribes. «Hemos disfrutado mucho, conseguimos una medalla que nos hacía mucha ilusión y estamos muy felices.» Además, reconoció que lograr este premio le parecía un objetivo distante. «No me imaginaba ganarla, aunque Cristina sí lo veía posible. Yo, sinceramente, no lo pensaba.»

Por ahora, Sorribes asegura que aún no ha decidido dónde colocará su medalla y está pensando en ello. Sin embargo, tiene claro que cambiará sus planes para celebrar este éxito con tranquilidad.

Tenía previsto un torneo próximamente, pero creo que me lo tomaré con calma. Quiero disfrutarlo y celebrarlo con mi familia y amigos, así que voy a dedicarme unos días a disfrutarlo al máximo.

Sorribes ha ingresado en el exclusivo grupo de deportistas de la Comunitat valenciana con medallas olímpicas. «Es algo muy especial y me hacía muchísima ilusión. Todavía estoy asimilándolo y tratando de captar la magnitud de lo que he logrado, ya que no he tenido tiempo de detenerme a reflexionar sobre lo increíble que ha sido.» Concluye.

Fotografía portada: X @sara_sorribes