Publicado por Libertad Digital 02/09/2021
El Ejecutivo de Sánchez ha confeccionado un plan de subvenciones pensado para pagarle la estancia en el extranjero a cien autores e ilustradores.
Todavía con la promesa de que los fondos europeos iban a servir, en gran medida, para la digitalización y la modernización a largo plazo del país, y con Bruselas controlando exhaustivamente la manera de proceder de España en la aplicación de las ayudas, Pedro Sánchez parece igual de preocupado por contentar a un sector, el de la cultura, que tanto apoyo ha demostrado en ocasiones anteriores a la «causa progresista» del Partido Socialista. En esta ocasión, según publica el diario ABC, el Ejecutivo no ha innovado sus fórmulas más clásicas y ha ideado una nueva hornada de subvenciones, que saldrán exclusivamente de los 9.000 millones de euros cedidos por Europa y que irán destinadas a pagarle la estancia en el extranjero a un total de cien autores.
La orden fue publicada por el Ministerio de Cultura y Deporte el pasado 12 de agosto y especificaba que estas subvenciones extraordinarias, en régimen de concurrencia competitiva, irán a parar a cien autores que tengan por lo menos una obra publicada de cualquier género y un proyecto en el tintero. En total, hasta un millón de euros estarán destinados a pagar estancias en el extranjero a cien personas entre el 15 de diciembre de 2021 y el 31 de diciembre de 2022. Cada autor, según especifica la orden dictada por el equipo del ministro Iceta, dispondrá de hasta 5.000 euros al mes durante un total de dos meses en los que vivirá en otro país, requisito indispensable, ya que la idea primordial de las ayudas va encaminada al «crecimiento personal» de los seleccionados.
La explicación que la propia orden dictada por el Ministerio de Cultura aporta es que «el conocimiento y la vivencia de otras culturas y sociedades, así como el encuentro con otros profesionales y expertos, favorece la reflexión artística y el enriquecimiento lingüístico, la investigación, el aprendizaje de nuestras técnicas, formas de hacer, corrientes de pensamiento, la colaboración en nuevos proyectos y, en definitiva, la creatividad literaria y el crecimiento personal». De esa forma, todo autor con obra publicada que quiera acceder a las ayudas deberá pasar por una criba que evaluará sus aptitudes mediante un sistema de puntuación que tendrá en cuenta la calidad de su proyecto, su trayectoria profesional y su formación.
La noticia salta mientras desde Europa continúan advirtiendo a los gobiernos de que los fondos no constituyen una inversión a corto plazo, sino una inyección ideada para el desarrollo sostenido de las economías del continente. Ante eso, el Gobierno español insiste en el «valor indispensable que tiene la industria cultural para el enriquecimiento de la sociedad y para generación de riqueza y empleo», y recuerda que el componente 24 del Plan de Recuperación enviado a Bruselas incluye el «refuerzo de la figura social del artista y su revalorización», aspectos que avalarían la existencia de «ayudas orientadas a fomentar la movilidad internacional de los autores literarios».
Sea como fuere, será la Comisión Europea la que valore la utilización que haga España de los fondos. Por el momento ya ha impuesto un seguimiento detallado de las inversiones españolas, algo que facilite la auditoría posterior, en un claro movimiento que demuestra las dudas que tienen con un país que ha demostrado dificultades en el pasado para digerir ayudas comunitarias.