El Gobierno retrasa un año la reforma de la EBAU

El Gobierno retrasa un año la reforma de la EBAU

Este año, debido a estar en funciones, el Gobierno no puede llevar a cabo la implementación de la nueva prueba de acceso a la Universidad.

 

El Gobierno pospondrá por un año la reforma de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), por lo que no habrá alteraciones en la prueba de 2024, según han informado fuentes oficiales.

El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha comunicado esta determinación a las comunidades autónomas, con las cuales sostuvo una reunión virtual este jueves. Asimismo, el Ministerio de Universidades tiene planeado trasladar esta decisión a las universidades en la misma mañana.

Aunque el Ministerio encabezado por Pilar Alegría había finalizado completamente el proceso de trámite del real decreto para la nueva prueba de acceso a la Universidad, el Gobierno, al estar en funciones, no tiene la capacidad de aprobar la reforma en una reunión del Consejo de Ministros, como han explicado las mismas fuentes.

Para dar a conocer la postergación de la nueva EBAU, el Secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, llevó a cabo una videoconferencia con representantes de las comunidades autónomas. También está programada una reunión vía telemática a las 11:30 de la mañana entre el Ministerio de Universidades y representantes de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).

De esta manera, el Gobierno ha decidido mantener la actual prueba de acceso a la Universidad y retrasar un año el inicio del período de transición hacia el nuevo examen, el cual estaba planificado para comenzar en 2024 y estar completamente implantado en 2028.

Debido a la anticipada convocatoria de elecciones generales, el Ministerio decidió detener la aprobación del real decreto de la nueva prueba de acceso a la Universidad por razones de «responsabilidad», considerando que sería «más lógico» que la llevara adelante el nuevo Gobierno. En la actualidad, debido a que el Gobierno no puede aprobar el decreto en funciones, ha optado por posponer un año la nueva EBAU.

Por lo tanto, la próxima prueba de acceso a la Universidad seguirá el mismo modelo que la del año académico anterior. El real decreto establecía que cada una de las pruebas contendría preguntas abiertas y semiabiertas que requerirían que los estudiantes demostraran habilidades de pensamiento crítico, reflexión y madurez. Además de estos tipos de preguntas, en el modelo actual de la EBAU también se podrían incluir preguntas de opción múltiple, siempre y cuando la puntuación asignada al total de preguntas abiertas y semiabiertas alcance al menos el 50 por ciento.

En el modelo de prueba actual, las preguntas de opción múltiple tienen «una única respuesta correcta e inequívoca y no requieren construcción por parte del estudiante, ya que este solo debe seleccionar una de las opciones propuestas». Por otro lado, las preguntas semiabiertas son aquellas «con respuesta correcta e inequívoca que requieren construcción por parte del estudiante«, una construcción que «será breve, como un número que responde a un problema matemático, o una palabra que complete una frase o responda a una pregunta, siempre que no se proporcione una lista de posibles respuestas».

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EL PROYECTO DE REFORMA DE LA EBAU

Por su parte, el proyecto de real decreto por el cual se regulan las características fundamentales de la nueva prueba de acceso a la Universidad y se establece el proceso de cálculo de la calificación de acceso, publicado en febrero pasado y finalmente pospuesto por un año, el Ministerio de Educación y Formación Profesional eliminó la prueba de madurez y las preguntas tipo test que inicialmente estaba contemplando para esta nueva prueba.

Además, Educación aumentó el tiempo de ejecución de los ejercicios en la nueva prueba, pasando de 90 a 105 minutos, ya que, según justificó el Departamento dirigido por Pilar Alegría,

Se tiene en cuenta el tiempo necesario para leer el ejercicio, analizarlo y producir una respuesta.

Otro de los cambios que incluye el proyecto de real decreto es que los estudiantes, al inscribirse para la prueba de acceso, podrán elegir entre examinarse de Historia de España o Historia de la Filosofía. Además, en las comunidades con lenguas cooficiales se agregará un examen de la lengua propia.

PRUEBA PILOTO DE LA NUEVA EBAU EN 50 COLEGIOS

Con el objetivo de poner a prueba la nueva EBAU, el Ministerio llevó a cabo una prueba piloto el pasado marzo en 50 centros educativos de todas las comunidades autónomas españolas, así como en Ceuta y Melilla, a excepción de aquellas gobernadas por el Partido Popular, así como Aragón y el País Vasco.

Esta prueba piloto incluyó ejercicios menos memorísticos que reflejaban situaciones de la vida cotidiana.

De acuerdo con las guías de corrección de los exámenes piloto de la nueva prueba de acceso a la Universidad, publicadas por Educación, la nueva EBAU restaría 0,25 puntos por cada error ortográfico y las tildes se considerarían como un medio fallo.

De esta manera, en la guía correspondiente a la prueba de Lengua Castellana y Literatura, se establece que «la calificación de cada ejercicio será siempre 0, 0,25, 0,5, 0,75, 1, 1,25, 1,5, 1,75, 2, 2,25 o 2,5 puntos, hasta un total de 10 puntos» y se aclara que se restarán 0,25 puntos por cada error ortográfico. Las tildes se considerarán como medio fallo y todos los demás casos (mayúsculas, extranjerismos, signos de exclamación e interrogación) se considerarán como una falta. Además, los errores repetidos solo restarán puntos una vez.

La guía sugiere que, cuando la respuesta del estudiante sea mejorable o contenga errores, se le asigne una puntuación de 0,25, por ejemplo, ante la tarea de elaborar un texto expositivo-argumentativo, incluso si la presentación no se ajusta «en absoluto al formato propuesto», tiene «una extensión inferior a la requerida», no se ajusta al tema o contiene «vocabulario inadecuado o insuficiente», además de «abundantes errores gramaticales».

La guía establece que «se tenderá a una valoración positiva general siempre que el texto tenga un nivel mínimo de coherencia y cohesión, así como cierta corrección expresiva».