Publicado por Joan Guirado en okdiario 28/03/2020
Sólo las empresas relacionadas con la producción de alimentos y el sector primario, las textiles que fabriquen material para los profesionales de la salud o las médicas y farmacéuticas podrán operar.
Desde el lunes 30 de marzo y hasta el 9 de abril la mayoría de trabajadores no podrán salir de su casa. El Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha decidido paralizar la producción y mandar a casa a millones de empleados que no podrán acudir a su centro de trabajo. Sánchez, en rueda de prensa, ha anunciado que tendrán un permiso retribuido pero que deberán recuperar las horas más adelante.
Con esta medida, el gabinete de Sánchez, busca aplanar la curva de contagios en España. Aprovechando la entrada del nuevo real decreto de estado de alarma, que la madrugada del jueves aprobó prorrogar el Congreso de los Diputados, el Gobierno endurece aún más las medidas restrictivas adoptadas ya hasta ahora.
Como ha ido ocurriendo a lo largo de esta crisis España sigue las decisiones de Italia, pese a repetir por activa y por pasiva que «en España hemos adoptado las medidas más restrictivas de Europa y del mundo». Sánchez llegó a decir que no se planteaba el paro de la producción en nuestro país.
La encargada de redactar el documento que mañana aprobará un Consejo de Ministros extraordinario ha sido la ministra de Industria, Reyes Maroto. Su departamento ha redactado un informe de ocho páginas en el que se acotan cuales son las empresas que podrían continuar operando y cuales no durante esta segunda fase del estado de alarma.
Según fuentes de Moncloa, ya que Sánchez no ha detallado qué empresas se verán afectadas, el Gobierno obligaría a cerrar a la gran mayoría de industrias. Sólo las empresas relacionadas con la producción de alimentos y el sector primario, las textiles que fabriquen material para los profesionales de la salud o las médicas y farmacéuticas podrían continuar trabajando con cierta normalidad.
Con esta decisión Sánchez evita el cierre completo de algunas ciudades, como le piden varios presidentes autonómicos, o el espacio aéreo.