Vivimos una época de incomunicación. La comunicación entre las personas se ha bloqueado. El ser humano es comunicador, social y relacionante. Sin embargo, la gente hoy cuando puede habla de soledad. La amistad desaparece o se cotiza a precio de quilates de oro. Las parejas explotan en parejas cambiantes. El individuo aunque se encuentre con...
Vivimos una época de incomunicación. La comunicación entre las personas se ha bloqueado. El ser humano es comunicador, social y relacionante.
Sin embargo, la gente hoy cuando puede habla de soledad.
La amistad desaparece o se cotiza a precio de quilates de oro.
Las parejas explotan en parejas cambiantes.
El individuo aunque se encuentre con mucha gente alrededor o diga que «tengo muchos amigos » se siente solo.
Nadie lo llama y él no llama a nadie.
La familia tal y como la entendemos comienza a dejar de existir.
La expresión se reduce al mínimo a todos los niveles ocurre esto, por pintar una fachada con una imagen, por pegar unos carteles , por colgar una pancarta ya hay conflicto.
Las opiniones no sirven y mucha gente comienza a preguntarse dónde está la democracia de la que tanto se habla.
En algunos lugares los militares cuando opinan son escuchados atentamente y los medios los acogen sin más sus alocuciones sobre temas importantes del país.
En algunos lugares hay recursos y economía suficiente pero en otros la situación es desastrosa.
En muchos lugares las poblaciones sufren horrores para no morirse de hambre.
El sector de comerciantes y empresarios comienza a darse cuenta de que no dispone de real autonomía sino que forma parte de una cadena.
A los negocios pequeños el sistema todavía les deja un pequeño hueco para desarrollar su humilde actividad , por ahora.
No son buenos augurios para el ser humano actual, sin embargo alguna gente que ya comienza a moverse por otros valores y con una nueva sensibilidad ya está por a poco emergiendo , todo muy lentamente , como cuando comienza a aparecer una nueva especie.