El montañero castellonense Pascual Fuster hace cumbre en la Pirámide de Carstensz

El montañero castellonense Pascual Fuster hace cumbre en la Pirámide de Carstensz

Fuster expresó su satisfacción y entusiasmo por el logro obtenido, viendo esta experiencia como un estímulo para seguir desafiándose en nuevas cumbres.

 

Este pasado martes 12 de octubre de 2024, el montañero de Castellón, Pascual Fuster García, alcanzó la cima de la Pirámide de Carstensz, también conocida como Puncak Jaya entre los habitantes de Indonesia.

Esta montaña, que se eleva a 4,884 metros, es la más exótica y remota del circuito de las Siete Cumbres (Seven Summits). Además de ser la montaña insular más alta del mundo, es el punto más alto de Oceanía, situada en Papúa Occidental, una región donde, hasta hace poco, las tribus locales vivían en condiciones primitivas y donde aún existen relatos sobre prácticas de canibalismo.

Pascual Fuster ya ha conquistado cinco de las Siete Cumbres más altas de cada continente, habiendo hecho cumbre en el Denali o McKinley (6,190 m) en América del Norte, el Aconcagua (6,959 m) en América del Sur, el Elbrus (5,642 m) en Europa, el Kilimanjaro (5,895 m) en África y ahora la Pirámide de Carstensz en Oceanía. Además, ha escalado otras montañas que superan los 6,000 y 7,000 metros.

Fuster expresó su satisfacción y entusiasmo por el logro obtenido, viendo esta experiencia como un estímulo para seguir desafiándose en nuevas cumbres.

Según relata Fuster, esta cima representa la realización de un sueño que comenzó en 2012 y que, a pesar de múltiples intentos fallidos debido a lesiones y problemas de permisos en Papúa Occidental por conflictos políticos, finalmente ha podido alcanzar gracias a una reciente tregua en la región.

Es una montaña técnica y peligrosa, tan desafiante que, lamentablemente, un escalador perdió la vida en estos días. Yo mismo sufrí un golpe en la mandíbula por una roca desprendida, aunque afortunadamente sin graves consecuencias. La montaña presenta una pared de roca caliza de casi 800 metros de desnivel vertical, y casi no tienes tiempo de aclimatarte. La escalada tomó 14 horas y 30 minutos continuos debido a la congestión en los pasos clave, todo agravado por las condiciones de lluvia, nieve y granizo que constantemente azotan la montaña. Llegué al campamento base tiritando de frío.

Fuster se mostró satisfecho y emocionado por el logro alcanzado, considerando esta experiencia como un impulso para continuar escalando montañas. Asimismo, se dedicará a compartir sus experiencias y brindar charlas motivacionales en colegios, clubes, instituciones públicas y empresas.

Fuster expresó su satisfacción y entusiasmo por el logro obtenido, viendo esta experiencia como un estímulo para seguir desafiándose en nuevas cumbres.