En la contestación escrita de la Diputada Ruth Sanz a una pregunta formulada en el pleno por la portavoz de Ciudadanos, Cristina Fernández, se agrega que ya antes de contactar con consistorio para buscar una posible localización va a ser preciso revisar que no faltan piezas.
La Diputación de Castellón ha encargado a una compañía especializada la labor de procurar acoplar las ocho mil piezas cerámicas de un mural pedido en su día por la corporación al artista Juan Ripollés, con un costo -según consta en el comunicado- de ciento cuarenta mil euros, y que fue encontrado en dos mil veintiuno en el cocherón provincial, tras continuar 21 años descuidado en estas dependencias, en un pésimo estado de conservación.
Así se lo ha comunicado por escrito la Diputada provincial de Cultura, Ruth Sanz, a la Diputada portavoz del Grupo Ciudadanos, Cristina Fernández, una vez que ésta preguntara en la sesión plenaria del pasado trece de septiembre,
Qué actuaciones se han llevado a cabo para resguardar, clasificar o restablecer el mural, y con qué ayuntamientos se ha contactado para albergar la escultura.
En su escrito de contestación, Sanz explica que en un inicio técnicos de la Diputación efectuaron una valoración superficial en la que se determinó que con el personal disponible no era posible montar la totalidad de las piezas en el propio cocherón, dadas además de esto sus dimensiones de veintinueve metros de altura por 13,5 metros de anchura.
La Diputada apunta asimismo,
Hasta el momento en que el montaje no esté finalizado con la confirmación de que no faltan piezas, no nos vamos a poner en contacto con ningún municipio que pueda estar interesado en acoger la escultura.
Las labores de recomposición del mural se realizarán en el almacén del Parque Móvil de la propia Diputación y sobre este tema, Ruth Sanz ha manifestado,
Se ha optado por buscar una compañía que tenga capacidad para acometer el montaje, teniendo presente que se carece de un plano completo con la numeración de las piezas y que los trabajos a efectuar deben acometerse desde la única fotografía del mural que obra en poder de la Diputación.
Mural descuidado
Conforme comunicaron las Diputadas de Cultura y Patrimonio, Ruth Sanz y María Jiménez, en una conferencia de prensa festejada el pasado cinco de mayo de dos mil veintiuno, la escultura, que llevaba por nombre ‘Canto a Castellón y sus pueblos’ apareció en estado de abandono en ciento seis palets llenos de polvo, con sesenta y seis mil cuadrículas y ocho mil piezas cerámicas.
Es un material que formaba una parte de un macromural de veintinueve metros de altura y trece,5 metros de anchura que la corporación adquirió en el año dos mil para situarlo en la construcción que da al patio del Espai Cultural Obert en la plaza de Las Aulas, idea que por último no se hizo por la oposición vecinal.
«El rechazo de la comunidad de propietarios receptora se generó por sus dimensiones y por el hecho de que la estatua por último no guardaba relación con lo que al comienzo se les había comunicado».
Han concluido.