El PSPV denuncia «pintadas fascistas» en su sede provincial

El PSPV denuncia «pintadas fascistas» en su sede provincial

En las pintadas realizadas la pasada madrugada se pueden leer las palabras 'traidores' y 'escoria'.

 

La Junta Ejecutiva del PSPV de Castellón ha denunciado la presencia de «graffitis de naturaleza fascista» en su sede provincial, donde se pueden leer las palabras ‘traidores’ y ‘escoria’, los cuales aparecieron durante la madrugada anterior. Los socialistas han expresado su preocupación ante este mensaje lleno de odio, que les recuerda a épocas oscuras marcadas por el terrorismo.

En un comunicado, el partido ha manifestado su descontento al notar que este «lamentable incidente» ocurrió «pocas horas después de que el Partido Popular señalara, en un video cargado de odio, a los diputados castellonenses que votaron a favor de la investidura del presidente Pedro Sánchez».

Por lo tanto, el órgano de representación del PSPV de la provincia ha condenado de manera firme y categórica estos actos de agresión, al mismo tiempo que ha instado a actuar con responsabilidad frente a la «ruptura de la convivencia» que, según ellos, promueve el PP y sus aliados de extrema derecha.

En contraste con las posturas de la derecha, los socialistas han enfatizado que no protestan frente a las sedes de Vox ni atacan sus locales ni señalan a sus miembros. Desde el PSPV, han exigido respeto hacia su partido.

«El insulto a nuestras sedes, a nuestros representantes y a nuestros miembros no es el camino adecuado. La intimidación socava la convivencia y debilita los fundamentos de la democracia española y su sistema parlamentario», han destacado desde el partido.

En consecuencia, han instado a la sociedad a rechazar estas prácticas y a unirse en defensa de los valores democráticos, el respeto y la convivencia pacífica, reafirmando su compromiso con la democracia. Además, han asegurado que seguirán trabajando en beneficio de la ciudadanía sin ceder ante la intolerancia.

Relacionados  Compromís denuncia que altos cargos del Consell no firman el Código de Buen Gobierno