Gil destaca que es uno de los sectores que “peor lo están pasando” por la paralización de la temporada de festejos debido al Estado de Alarma
El PSPV-PSOE de la provincia de Castellón presentará una moción para instar a las instituciones públicas a diseñar y poner en marcha un plan específico de ayudas para la ganadería de vacuno bravo que permita hacer frente a la deuda generada por la falta de ingresos y poder seguir alimentando a los animales, así como realizar los cuidados sanitarios necesarios.
Tal como explica el secretario general del PSPV-PSOE de la ciudad de Castellón, diputado autonómico y miembro de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca, Paco Gil, la ganadería de vacuno bravo es uno de los sectores que “peor lo están pasando” debido a la declaración del Estado de Alarma por la emergencia sanitaria de la COVID-19 ya que, la actual situación de excepcionalidad, ha tenido como consecuencia la paralización de la temporada de festejos, “lo que se traduce en un importante excedente de reses bravas en el campo y, cuya desatención por falta de recursos, podría desencadenar que cientos de bóvidos terminen en el matadero”. “No solo eso sino que, para evitar ese triste final, tienen que seguir siendo alimentados y recibir los cuidados veterinarios precisos, un desembolso que no hace más que recrudecer la precaria situación del sector”, añade Gil.
Asimismo, desde un punto de vista temporal, la pandemia del coronavirus se está desarrollando en uno de los peores momentos para este sector. “Después de superar el siempre complicado invierno, con miles de animales que alimentar y sin obtención de ingresos para compensar los gastos generados por todos los cuidados sanitarios que este sistema de producción tan exigente requiere, la crisis sanitaria seguirá impidiendo la compensación de las inversiones realizadas con los previsibles beneficios obtenidos por los festejos de primavera, ahora inexistentes”, argumenta el diputado autonómico.
Para Gil, los ganaderos del mencionado sector se encuentran en una situación de “extrema dificultad” ya que “a la ausencia de estos espectáculos durante estos meses se unen las incógnitas e incertidumbres que se abren ahora sobre las opciones reales de poder celebrarlos durante la campaña de verano, que es cuando se concentran la mayor parte de los mismos”. Cabe recordar que, dentro del sector ganadero, el de bravo se diferencia del resto porque sustenta su economía en la venta o alquiler de sus animales y, destinarlos al mercado de la carne, implicaría pérdidas inasumibles.
Para Gil “resulta evidente que también las ganaderías de reses bravas se están viendo afectadas de manera muy negativa por las consecuencias adversas que está provocando la COVID-19 sobre el tejido económico en general, y también el sector de la ganadería de vacuno bravo. Se trata de un colectivo profesional que agrupa en un total de 105 explotaciones y cerca de 10.000 cabezas de ganado en la Comunidad Valenciana”.