El pastor había llevado a las ovejas a un área sombreada para que descansaran.
Agentes del Seprona de la Guardia Civil están llevando a cabo una investigación tras la muerte de 30 ovejas en la localidad valenciana de Benifaió. El trágico incidente ocurrió este lunes, cuando el ganado, bajo el cuidado de un pastor, ingirió agua estancada en un paraje cercano.
El pastor había llevado a las ovejas a un área sombreada para que descansaran. Al descubrir un remanso de agua estancada, las ovejas se acercaron rápidamente para beber. Sin embargo, poco después de consumir el agua, comenzaron a convulsionar y fallecieron en el transcurso de unas horas.
Los efectivos del Seprona han tomado muestras tanto de los animales fallecidos como del agua estancada y de una acequia cercana para su análisis.
El objetivo es determinar la causa exacta de las muertes y evaluar las posibles responsabilidades civiles o penales que puedan derivarse del suceso.
Las diligencias policiales están en marcha para esclarecer las circunstancias que llevaron a esta lamentable pérdida de ganado. Las autoridades han destacado la importancia de los análisis en curso para ofrecer respuestas precisas y asegurar que se tomen las medidas adecuadas.