Con la Fase I de la desescalada y tras más de 60 días de confinamiento, el lunes pasado se volvieron a abrir los templos de la diócesis para el culto con la presencia de fieles, siempre que no se supere 1/3 del aforo.
Siguiendo el decreto del Obispo, D. Casimiro López Llorente, para la reapertura de los templos, y con la debida prudencia para poder asegurar la no extensión del virus, todas las parroquias están estableciendo una serie de medidas de higiene.
Según las disposiciones de prevención de la Vicaría General, estas medidas consisten, entre otras, en acudir a los oficios con mascarilla, limpiarse las manos antes de entrar al templo, mantener la distancia recomendada con otros fieles en todo momento y desinfectar los bancos y espacios utilizados.
Tal y como se plasma en el vídeo a través de varias escenas y de algunos testimonios, para poder llevar a cabo estas medidas, las parroquias necesitan voluntarios que deberán acoger y orientar a todas las personas que acudan a las celebraciones, proporcionar mascarillas y gel hidroalcohólico, colaborar en la limpieza y desinfección de Iglesias y locales parroquiales o ayudar en las Cáritas.