El Villarreal, que merecía un mejor destino, sufre su tercera derrota en la liga ante el Atlético de Madrid.
El Villarreal volvió a sufrir una derrota sin recompensa (1-3) en su visita al Mini Estadi para enfrentarse al poderoso Atlético de Madrid. A pesar de su evidente capacidad de trabajo y sacrificio, el equipo amarillo finalmente cayó ante la fuerza y la eficacia de las colchoneras, que se mostraron implacables de cara a la portería. En este enfrentamiento, el único gol del equipo local fue anotado por Kayla McKenna, quien así inaugura su marcador como jugadora del Submarino Amarillo.
Dos jugadas cruciales marcaron el destino de las amarillas en el primer tiempo. Apenas comenzado el partido, Van Dongen aprovechó un lío en un córner para anotar un gol y complicar las cosas desde el principio para el Villarreal.
Las dirigidas por Sara Monforte desafiaron el dominio del Atlético desde el inicio y tuvieron dos oportunidades claras para igualar el marcador en los pies de McKenna. La primera oportunidad llegó con un potente cabezazo y la segunda, aún más clara, en un mano a mano que se fue desviado por cuestión de milímetros pasada la media hora de juego.
La segunda mitad fue un contraste. El Villarreal se mantuvo decidido a plantar cara, y finalmente la persistencia de McKenna obtuvo su recompensa a falta de quince minutos para el final, cuando la jugadora jamaicana venció a Gallardo tras tres rebotes en un área pequeña. Justo cuando las locales buscaban con más ahínco el gol, la eficacia del Atlético volvió a aparecer y Banini sentenció definitivamente el partido.