En qué consiste una alimentación sana

En qué consiste una alimentación sana

Se recomienda seguir la (tradicional) pirámide de alimentos […], y que los alimentos nos lleguen en perfecto estado.

 

Todos y todas sabemos que una alimentación sana contribuye a mantener la salud y el bienestar de una persona. Sin embargo, parece que no es tan fácil saber cómo llevarla a cabo; a día de hoy no solo está subiendo el índice de obesidad, sino que cada vez comienza a edades más tempranas, incluso en nuestro país, “cuna” de la dieta mediterránea.

No existe ningún alimento que contenga todos los nutrientes necesarios para nuestro organismo, razón por la cual hemos de proveer a nuestro cuerpo de ellos en una cantidad adecuada. La gente entendida y experta en la materia recomienda seguir la (tradicional) pirámide de alimentos, en cuya parte inferior se hallan los alimentos que se han de consumir con mayor frecuencia (pan, pasta, arroz, cereales, frutas, legumbres, verduras). Bueno, seguramente ahora saltaría otro buen número de gente igualmente entendida y experta diciendo que pan no, por favor, que qué barbaridad, ¡y la pasta, menuda aberración!

Pero sigamos; en la parte media de la pirámide se encontrarían los alimentos de consumo más moderado (carne, pescado, lácteos, huevos). Adivino que esto sería también motivo de disputa por un bando o por otro.
Finalmente, en la parte superior se encontrarían los alimentos de consumo limitado (azúcares, grasas).

A veces, ya sea por cuestiones de moda, por diferentes intereses o por lo que fuera o fuese, hay como oleadas de pánico en torno a algún alimento: hace años fue la carne roja y/o procesada, que produce cáncer; hace más años todavía, la carne de pollo y la gripe aviar; incluso alguna vez el vino, la cerveza, el aceite de oliva…

Y yo me pregunto: ¿no es un poco curioso que un mismo producto que hace tiempo fuera tan tan malo hoy en día sea lo mejor del mundo mundial? Si no podemos comer carnes rojas; si el pescado tiene mercurio; si las verduras tienen pesticidas que pueden ser nocivos para nuestro organismo, entonces ¿qué comemos? ¿qué nos queda? Y lo pregunto como persona humana (esto me hace mucha gracia), que come de todo y que no se preocupa del color de la carne, defensora de nuestra cocina, pero a la que le faltan horas y días para comer equilibradamente según la teoría (cinco piezas de fruta al día, tres días a la semana pescado, todos los días verdura, algún día carne…)

Una cosa es innegable, y es que los alimentos nos tendrían que llegar en perfecto estado, tras haber pasado controles de calidad, y después de que hayan sido reducidos los componentes menos sanos que, por otra parte, imagino son necesarios para una mejor conservación. Bufff, ¡qué dilema! Comer o no comer.

Elena Rodríguez
Docente discente