La obra ganadora se titula L’Olivera de la Solana, y es una referencia a la diversidad de recursos naturales y paisajísticos de la provincia de Castellón.
El Salón de Recepciones del Palacio de la Diputación de Castellón fue el escenario de la entrega de los premios de la segunda edición del concurso de fotografía de medio natural ‘Naturalízate’ de Castellón. La obra ganadora, titulada «L’Olivera de la Solana», destaca la impresionante diversidad de recursos naturales y paisajísticos en la provincia de Castellón.
José María Andrés, diputado de Medio Natural, resaltó la importancia de valorar el entorno cercano, destacando los contrastes entre la costa y el interior, el secano y las marjales, los bosques, la planta y las montañas de Castellón. Animó a dar a conocer y apreciar estos elementos para poder disfrutarlos y protegerlos.
Se presentaron más de medio centenar de imágenes de participantes de diversas localidades de la provincia, mostrando los rincones más hermosos de Castellón. Andrés expresó su satisfacción por la respuesta de los castellonenses y agradeció a todos los participantes por su contribución, subrayando que gracias a su trabajo, se evidencia que los encantos del medio natural de la provincia están más vivos que nunca.
El concurso contó con un presupuesto total de 4.000 euros distribuidos en 12 premios. Lluis Miquel Ibáñez obtuvo el primer premio de la categoría general, dotado con 1.000 euros. Fernando Falcó y Manuel Escuder lograron el segundo y tercer premio, respectivamente, con premios de 700 y 500 euros. Además, se otorgaron nueve accésits con una aportación económica de 200 euros cada uno.
Todas las fotografías ganadoras formarán parte del calendario de 2024 de la Diputación de Castellón, según explicó el diputado José María Andrés. Finalmente, destacó la apuesta de la Diputación por poner en valor los municipios y el entorno natural, enfatizando la importancia de conservar, mejorar y mantener en buen estado las zonas verdes, parajes naturales, masas forestales y senderos, especialmente en aquellos municipios más pequeños en riesgo de despoblación, pero que poseen un encanto natural que invita a ser visitados.