Antonio Gramsci (Cerdeña 1891 – Roma 1937) fue un filósofo, teórico marxista, político, sociólogo y periodista italiano. Pasó por el Partido Socialista italiano y fue fundador del Partido Comunista Italiano. Se da la paradoja de que la mayoría de comunistas o fascistas, han pasado primero por los partidos socialistas. Lo que identifica claramente que las...
Antonio Gramsci (Cerdeña 1891 – Roma 1937) fue un filósofo, teórico marxista, político, sociólogo y periodista italiano. Pasó por el Partido Socialista italiano y fue fundador del Partido Comunista Italiano. Se da la paradoja de que la mayoría de comunistas o fascistas, han pasado primero por los partidos socialistas. Lo que identifica claramente que las formaciones totalitarias tienen su origen en el socialismo.
Lo estamos sufriendo, en estos momentos en nuestras carnes, con la alianza lógica entre el PSSOE, Podemos, Izquierda Unida y todos los grupos que están en contra de la libertad de expresión, de pensamiento y de todo aquello que suponga la familia y el cristianismo, amén de odiar, de forma patológica a todo lo español y que va en contra de su enriquecimiento personal.
No hace falta recordar esa frase lapidaria del ser abyecto que está provocando una masacre en la población de España, sin parangón en la historia reciente de nuestro país, recurriendo a la mentira, la ocultación y el más vil desprecio al conjunto de la población, que fue aquella “No podría dormir tranquilo si pactara con Podemos”. De auténtica traca.
“Mentira” Sánchez, está siguiendo al pie de la letra, las consignas de Antonio Gramsci “La única forma que tenemos para hacernos con el poder, como comunistas, no es como hizo Marx. Nosotros debemos infiltrarnos en la sociedad, infiltrarnos dentro de la Iglesia, infiltrarnos en la comunidad educativa lentamente, e ir transformando y ridiculizando las tradiciones que se han sostenido históricamente, con el fin de ir destruyéndolas y formando la sociedad que nosotros queremos”. ¿Les suena de algo? ¿Lo están sufriendo en sus carnes?
Pablo Iglesias está dirigiendo la partitura de la obra de Gramsci, acompañado por la Orquesta de La Moncloa, un grupo de supuestos músicos que no han visto en su vida una partitura, perdón, una sí, la de la obra llamada “Matemos la Libertad”, sin importarles que para que se pueda hacer oír sus fúnebre notas, dejen a España rota de dolor, tragedia y desesperanza. Todo sea por la implantación de la ideología que ha dejado más muertos en el pasado siglo.
Eso es lo de menos ya que, además, tienen una corte de palmeros que les aplauden a rabiar y no dudan en darles su apoyo, aún a sabiendas de que están contribuyendo a que el dolor y la destrucción sigan asolando un país que ha sido santo y seña de la Historia de la Humanidad.
Antes de abrir la boca ya están mintiendo. No lo pueden evitar, es el néctar que les mantiene con vida. Sólo ven sus oscuros intereses, económicos, criminales y despreciables.
Han conseguido infiltrarse en todos los ámbitos de la vida de nuestro país. Claro, para ello, han contado con los tramoyistas, electricistas, personal de sala, de sonido, etc. que han supuesto las ayudas inestimables de los partidos como el PP, que les han entregado, en bandeja de plata, todo y más de lo que han pedido: la enseñanza, los medios de manipulación, el acceso al poder judicial, las nefastas autonomías. O sea que, encima, han puesto la cama.
Su infiltración ha llegado, al parecer, al Ejército y a las Fuerzas de Seguridad (recordemos la intervención del trío uniformado en los simulacros de ruedas de prensa).
A veces me pregunto, ¿Cómo es posible equivocarse tantas veces seguidas, o sea, siempre? Aunque fuera por casualidad o por puro azar alguna vez tendrían que acertar. ¿A quién no le ha tocado alguna vez el reintegro en el sorteo de la Lotería Nacional? Por lo tanto sólo cabe una posibilidad, que el cúmulo de errores sea una estratagema diseñada por Iglesias y el “Rasputín Redondo” para alcanzar el sueño de Gramsci.
Cualquier teoría es posible, aprovechan la pandemia para expandir la culpa a todo el mundo menos a ellos, confinan a la gente en su casa y no les facilitan ni mascarillas ni guantes para evitar las manifestaciones en su contra. Atacan sin cesar la propiedad privada, despreciando las empresas que se dedican a la salud. Desprotegen a los que están en primera línea de la pandemia. No tocan ni un impuesto. Prometen limosnas de renta básica para que la gente dependa sólo de ellos.
En resumen, se ríen en nuestra cara, perdón, se descojonan ya que están convencidos, o por lo menos así lo creen, de que por muchas denuncias que tengan no les pasará nada si consiguen apesebrar la Justicia. Como mucho, al supuesto doctor “Perro Pulgoso Simón”, le harán chivo expiatorio y se comerá los marrones al completo.
Y, mientras tanto, los españoles, aplaudiendo todos los días a las ocho de la tarde, en vez de salir a protestar ante el genocidio que está cometiendo esta Orquesta de la Muerte. ¡¡Ya está bien!!. Sabemos que tenemos unos fenómenos en la Sanidad pública y privada (Un aplauso a la privada, por favor).
De momento, VOX, en la política, es el único que está alzando la voz ante este liberticidio inhumano. El único que propone medidas encaminadas a evitar la destrucción de las personas y el tejido económico. Por desgracia., los demás siguen sometidos al yugo comunista y dejándose someter por cantos de sirena comunistas.
Desconfíen de quien se equivoca siempre, algo esconde
Luis Andrés Cisneros