Publicado por M.Lamas en LibreMercado-Libertad Digital 26.11.19
España no solo registra una de las tasas de homicidios de mujeres más bajas, sino que se alza como uno de los mejores países para nacer mujer.
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que tuvo lugar el pasado lunes fue aprovechado por la mayoría de los partidos políticos para realizar todo tipo de actos y declaraciones institucionales en contra de esta problemática.
Sin embargo, si uno se quedara tan sólo con los mensajes que transmite el feminismo y replica la mayoría de medios, daría la sensación de que España es un país muy peligroso para ser mujer, además de discriminatorio y profundamente injusto para el sexo femenino, cuando, en realidad, destaca como uno de los más seguros e igualitarios del mundo.
Se mire por donde se mire, y partiendo del hecho de que Europa es una de las zonas con menor criminalidad del planeta, España registra una de las tasas de homicidios de mujeres más bajas del continente. Así, según Eurostat, dicha ratio se situó en 0,48 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2017, muy por debajo de la media europea y a una gran distancia de otras grandes potencias como Francia (1,74), Alemania (0,91) o Inglaterra (0,85). Y lo mismo sucede con las violaciones, con 6 casos por cada 100.000 habitantes, a años luz de los 180 que padecen Inglaterra y Gales, los 137 de Suecia o los 73 de Noruega.
Y si, dentro del ámbito de los homicidios, se estrecha el margen a los crímenes cometidos en el ámbito de la pareja, la tasa baja a 0,2, igualmente una de las más reducidas de la UE, según las estadísticas que maneja la ONU, con dato de 2016
Asimismo, si se amplía la perspectiva geográfica a nivel mundial, se observa que España es uno de los escasos países que garantizan un elevado grado de «seguridad física» a las mujeres.
Todo ello no es óbice para seguir mejorando en esta materia, puesto que, por desgracia, se siguen produciendo homicidios de mujeres a manos de parejas y exparejas, pero lo que sí demuestran estos indicadores es que, en términos relativos, España ocupa una posición privilegiada a nivel global en cuanto a la seguridad de la que gozan las mujeres en comparación con el resto de países ricos.
Igualdad
Por otro lado, España también destaca por ser uno de los países que mejor garantizan la igualdad entre hombres y mujeres de toda la UE y, por tanto, también del mundo, tal y como revela el último estudio del Instituto Europeo por la Igualdad de Género, correspondiente a 2019. Con una puntuación de 70,1 puntos, la nota en «igualdad» de España supera a la media de la UE (67,4), ocupando así el puesto noveno de la clasificación.
Desde 2005, España ha mejorado en todos los indicadores que recoge el Índice de la Igualdad de Género, tanto en materia laboral (con 72,9 puntos sobre un máximo de 100) y económica (76,7), como en el ámbito de la educación (67,4), el reparto de tareas en el hogar (64), la salud (90,1) o su representatividad a nivel político (62).
Ante tales datos, no es de extrañar, por tanto, que España se sitúe como uno de los mejores países del mundo para nacer mujer, tal como señala el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad que elabora el Instituto Georgetown para la Mujer y el de Investigación de la Paz de Oslo, donde se analizan hasta once indicadores diferentes para medir los derechos y el bienestar socioeconómico de la población femenina.
En concreto, con una puntuación global de 0,86, España se sitúa en el puesto 15 del mundo, por delante de potencias tales como Irlanda, Alemania, EEUU, Francia, Australia o Italia. La lista de 2019 la lideran Noruega, Suiza, Dinamarca, Finlandia e Islandia. Entre otros indicadores, España destaca especialmente por su elevada seguridad y la ausencia de normas y leyes discriminatorias hacia la mujer, lo cual choca frontalmente con la imagen de indefensión y marginalidad que pretende vender el feminismo.