El nuevo colegio tiene una capacidad para 486 alumnos y consta de dos plantas.
Este martes, los 450 alumnos y alumnas del colegio Vicent Marçà volverán a las aulas del Raval Universitari después de la firma del acta de ocupación parcial de la obra, que ha supuesto la remodelación integral del centro a través del plan Edificant. Esta iniciativa es una colaboración del Ayuntamiento de Castellón y la Consellería de Educación. Las clases se retomarán después de las vacaciones de Semana Santa en las nuevas instalaciones, que ya han completado el traslado de las infraestructuras escolares desde las aulas provisionales. Esta semana, las aulas provisionales empezarán a adecuarse para acoger el nuevo IES Crémor en septiembre.
Las obras, que se adjudicaron en noviembre de 2020 y se iniciaron en marzo de 2021, con un presupuesto de 6,8 millones, finalizan ahora para cerrar el actual curso en las aulas del Raval Universitario, y encarar la nueva admisión para el próximo curso en tiempo y forma. Durante esta semana se acabarán de pulir algunos detalles, y la comunidad educativa ya se encuentra instalada en los nuevos espacios con toda la seguridad necesaria.
El nuevo colegio tiene una capacidad para 486 alumnos y consta de dos plantas. En la planta baja se ubican el comedor, la cocina, el gimnasio y las aulas de Infantil, incluidas dos aulas gratuitas de 2 años. También están las dependencias administrativas, las salas para el profesorado y el AMPA, el aula de Música, una aula taller polivalente y un salón multiusos.
En la segunda planta se encuentran todas las aulas de Primaria, la biblioteca y el aula de Informática. En el exterior, el colegio cuenta con una pista deportiva, una zona de sombra con árboles y dos patios diferenciados: uno para Primaria y otro para Infantil.
El edificio del nuevo colegio cumple con diferentes pautas de eficiencia energética. En primer lugar, toda la iluminación es de tipo led de bajo consumo energético, con un sistema domótico de control que ajusta de manera automática la intensidad en función de la luz natural que entre del exterior a las aulas en cada momento. Asimismo, se han instalado detectores de presencia en las zonas de paso que regulan el encendido a la ocupación real de la zona. Además, el colegio cuenta con un sistema de control horario que apagará las luces por la noche y los días no lectivos.
La eficiencia energética se ve reforzada por un patio interior que asegura la entrada de luz natural en todas las aulas, así como por una protección de fachada adecuada a la limitación de la demanda energética necesaria para conseguir el bienestar térmico. Además, el centro dispone de un sistema de climatización y unidades de tratamiento de aire (UTA) que renuevan constantemente el aire de las aulas.
