Estrangula a una joven embarazada y le roba su bebé

Estrangula a una joven embarazada y le roba su bebé

La mujer empleó un cable para estrangular a la joven, quien estaba en el noveno mes de embarazo. Después, le abrió el abdomen y sacó al bebé del útero.

 

Una mujer de 46 años llamada Clarisa Figueroa ha sido sentenciada a cincuenta años de prisión por estrangular a una joven embarazada hace casi cinco años en Chicago, Estados Unidos, con la intención de extraer a su bebé del vientre.

Figueroa aceptó su culpabilidad y enfrenta más de una docena de cargos, incluyendo homicidio en primer grado, secuestro agravado, agresión agravada contra un menor y desmembramiento de un cuerpo.

El crimen ocurrió el 23 de abril de 2019, cuando Figueroa y su hija Desiree, de 24 años en ese entonces, atrajeron a la víctima, Marlen Ochoa López, de 19 años, a una casa en el suroeste de la ciudad bajo la falsa promesa de darle ropa y un cochecito de bebé, entre otros artículos para su futuro hijo. Una vez dentro, perpetraron el ataque.

Figueroa utilizó un cable para estrangular a Marlen, quien estaba embarazada de nueve meses. Luego, le abrió el abdomen y extrajo al bebé del útero, según la acusación de la Fiscalía. Posteriormente, Figueroa llamó a emergencias para informar que había dado a luz pero que el bebé no estaba respirando.

Inicialmente, Figueroa negó ante las autoridades haber tenido a Marlen en su casa en algún momento y afirmó que el bebé era suyo. El recién nacido fue llevado de inmediato a un hospital, donde se intentó salvar su vida.

El bebé que fue arrancado del vientre de su madre recibió el nombre de Yovanny Jadiel López y falleció el 14 de junio después de pasar siete semanas conectado a un respirador artificial debido a los daños cerebrales que sufrió en el ataque.

El médico forense certificó su muerte como homicidio.

Mientras tanto, el cuerpo de la joven madre fue abandonado en un contenedor de basura, donde fue descubierto casi tres semanas más tarde.

La hija de Figueroa se declaró culpable en enero pasado y aceptó testificar contra su madre a cambio de una sentencia de 30 años de prisión. Después de que el año pasado la Fiscalía acusara a Piotr Bobak, el novio de Figueroa, de limpiar la escena del crimen, este se declaró culpable y ha sido condenado por un cargo de obstrucción de la justicia y sentenciado a cuatro años de prisión.

A pesar de haber negado inicialmente su culpabilidad, el pasado martes, sentada en una silla de ruedas, Figueroa también ha aceptado su responsabilidad en el asesinato. Como resultado, ha sido condenada a cincuenta años de cárcel sin derecho a libertad condicional.

Así fue la investigación del caso de la joven estrangulada para robarle el bebé

Cuando Marlen Ochoa-Uriostegui, una joven latina de 19 años y embarazada de nueve meses, se dirigió a una casa en el lado suroeste de Chicago donde una mujer a la que había conocido a través de Facebook le ofrecía una carreola doble y posiblemente ropa para bebés.

Una vez dentro de la casa, la policía afirma que Ochoa-Uriostegui fue estrangulada y que su bebé fue extraído de su vientre.

El recién nacido tuvo dificultades para respirar, por lo que la mujer que había atraído a Ochoa-Uriostegui a la casa realizó una llamada frenética al 911, informando que el bebé estaba «pálido y azul».

El bebé fue trasladado de urgencia a un hospital, donde la familia de Ochoa-Uriostegui afirmó que el niño estaba en estado de muerte cerebral, pero aún conectado a soporte vital.

El cuerpo de Marlen fue encontrado detrás de una casa en el bloque 4100 de West 77th Place, donde fue descubierto un miércoles a primera hora de la mañana, casi cuatro semanas después, luego de que los residentes de la casa fueran detenidos, según informó la policía.

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Marlen Ochoa ya había visitado la casa de sus presuntas asesinas. La joven mexicana, quien llegó al país a los 2 años y aún cursaba la escuela secundaria, estaba en las últimas semanas de su embarazo y emocionada por prepararse para la llegada de su bebé.

Fue así como llegó a la casa de Clarisa Figueroa, quien ganó su confianza a través de un grupo de Facebook para mujeres embarazadas y le ofreció ropa nueva y un cochecito para bebé.

Según la Policía,

La joven de 19 años había estado en esa vivienda al menos dos veces, pero en la tercera ocasión no salió con vida.

Después de que las autoridades encontraron el cuerpo en el basurero del patio trasero de la casa de Figueroa, el caso conmocionó a la comunidad latina en Chicago y en todo el país. Los fiscales solicitaron a la jueza que no otorgara el derecho a fianza a los acusados del crimen debido a la gravedad de lo ocurrido, y para respaldar esta petición expusieron los duros detalles del mismo.

Durante la audiencia oficial de los cargos, la jueza del condado Cook, Susana Ortiz, denegó la fianza a Clarisa, de 51 años, y a Desiree Figueroa, de 24, las dos mujeres acusadas de asesinato, y les expresó que consideraba «muy fuerte la presunción» de que ambas llevaron a cabo «un asesinato brutal y atroz«, por lo que representan un peligro «real y actual» para la comunidad. La misma decisión se aplicó al novio de la madre, Piotr Bobak, de 40 años, quien enfrentaba cargos por ocultar el homicidio.

Clarisa deseaba tener un bebé. Las autoridades recopilaron información que indicaba su obsesivo deseo de volver a ser madre, ya que no podía concebir de forma natural debido a una ligadura de trompas.

Sorprendió a su familia al afirmar que estaba embarazada, lo que inició su engaño. Su plan comenzó con mentiras sobre el embarazo y luego pasó a la búsqueda de una víctima.

Una mujer que habló con la policía, bajo condición de anonimato, confirmó el deseo de Clarisa. Dijo que la acusada solía cuidar a su bebé hasta que comenzó a comportarse de manera extraña.

Me dijo que se estaba encariñando mucho con el bebé y que no podía esperar para ser madre nuevamente.

Aseguró la testigo.

El fiscal estatal James Murphy reveló que Clarisa perdió a un hijo de 20 años llamado Xander. Las fotos que la mujer utilizaba en redes sociales, donde fingía estar embarazada, mostraban una habitación preparada para recibir a un niño, con el mismo nombre en la pared.

En diciembre de 2018, Figueroa publicó en Facebook una imagen de una ecografía de su supuesto bebé, manteniendo su engaño en curso. Luego, en febrero de 2019, compartió fotos de la habitación decorada en el mismo grupo de madres embarazadas ‘Help a Mother Out’, una comunidad donde las mujeres compran e intercambian artículos para bebés.

El 5 de marzo de 2019, Figueroa hizo una pregunta en ese medio: «¿Quién va a tener un bebé en mayo? ¿Dónde están las mamás de mayo?». Ese mismo día, se conectó con Marlen Ochoa, quien en ese momento tenía 7 meses de embarazo. Ahí encontró a la víctima perfecta.