El 35,7% de las mujeres encuestadas no tenían una comprensión clara de lo que era la menstruación cuando les llegó por primera vez, y más de la mitad no sabía cómo manejarla.
La educación menstrual en España presenta deficiencias y contribuye a experiencias negativas relacionadas con el período menstrual. Esta es la conclusión principal de un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El estudio también revela que más de la mitad de las mujeres encuestadas admitieron no haber sabido cómo manejar físicamente su primera menstruación.
El estudio, publicado en la revista ‘BMC Women’s Health’, examina la información recibida sobre la menstruación, tanto la deseada como aquella que tiene un mayor impacto en cómo se experimenta este proceso. Los resultados constatan que la educación menstrual en España todavía presenta carencias.
La investigadora del Instituto Ingenio, un centro conjunto de la UPV y el CSIC, y autora principal del estudio, Sara Sánchez López, señala,
La menstruación sigue siendo un tema incómodo que se oculta. No se habla de ello, no se investiga, no se legisla y no se le presta la atención necesaria. Sin embargo, la salud menstrual requiere de esa atención.
El estudio se llevó a cabo mediante un cuestionario en línea anónimo dirigido a más de 4.000 personas, tanto hombres como mujeres nacidas o residentes en España. Las preguntas abordaban diversos temas relacionados con la educación recibida sobre la menstruación, el nivel de comodidad al hablar sobre el tema, las emociones experimentadas durante la menarquia, los productos de higiene menstrual, el impacto económico y social, entre otros.
Los resultados son reveladores: las cuatro emociones más comunes informadas durante la primera menstruación fueron vergüenza (23%), preocupación (20%), miedo (16%) y estrés (15%).
El análisis también revela que un 35,7% de las mujeres encuestadas no tenían una comprensión clara de lo que era la menstruación cuando les llegó por primera vez, y un 56,1% no sabía lo suficiente sobre cómo manejarla. Además, el estudio recopila numerosos testimonios en los que la menstruación ha sido motivo de burlas o comentarios despectivos.
El informe también evidencia una correlación entre la información disponible sobre cómo manejar el sangrado y la frecuencia con la que se experimentan sentimientos de vergüenza, miedo, preocupación y asco. Esto sugiere que conocer qué hacer cuando se tiene la primera menstruación reduce la probabilidad de experimentar estas emociones.
Desafortunadamente, solo un 5% de las personas encuestadas recuerda haber recibido esta información en la escuela.
Destaca Sara Sánchez López.
Por otra parte, los datos indican que, a pesar de los cambios sociales ocurridos en las últimas décadas, las emociones experimentadas durante la primera menstruación en España no han variado significativamente desde la década de los 50 hasta principios de los años 2000.
AMBIGÜEDAD DE LA LEGISLACIÓN
La legislación actual en relación a los contenidos sobre la menstruación es ambigua, lo que deja a discreción del centro educativo o incluso del docente la cantidad de tiempo que se le dedica al tema y qué contenidos se incluyen. En muchas ocasiones, se menciona de manera superficial su función biológica como parte de la reproducción humana», afirma Rocío Poveda Bautista, investigadora de Ingenio y coautora del estudio.
Sin embargo, la falta de información no se limita únicamente a la primera menstruación. Este estudio pone de manifiesto la necesidad de contar con información confiable y accesible sobre cómo gestionar los dolores menstruales, los síntomas de la endometriosis y otros trastornos similares, así como saber cuándo acudir a un especialista. En general, se concluye que es necesario adquirir un mayor conocimiento sobre cómo el ciclo menstrual afecta al cuerpo en su totalidad y cómo varía a lo largo de la vida, incluyendo la etapa de la menopausia.
Este estudio tiene como objetivo servir de guía para la creación de medidas legislativas y sociales efectivas. Es un llamado a la acción para que la educación sobre salud menstrual, que en la actualidad es deficiente, sea incorporada en el currículo, con el fin de garantizar que todas las personas que están escolarizadas en España reciban información básica y confiable sobre este tema.
Concluye Santiago Moll López, del departamento de Matemática Aplicada de la Universitat Politècnica de València y coautor del estudio.
Además de los investigadores de la UPV y el CSIC, este estudio también ha contado con la valiosa contribución de la Dra. Dani Barrington de la University of Western Australia, reconocida internacionalmente por su investigación y activismo en el campo de la salud menstrual.