El concejal del Grupo Municipal Popular, Carlos Feliu, afea la gestión económica de un gobierno de Amparo Marco incapaz de cumplir sus promesas.
“Pese a decir que no lo harían, PSOE y Compromís siguen pagando facturas de contratos caducados, siguen apareciendo facturas en el cajón sin dotación presupuestaria y siguen apareciendo facturas sin tres presupuestos”, señala.
El concejal del Grupo Municipal Popular, Carlos Feliu, ha vuelto a poner en evidencia al gobierno municipal de PSOE y Compromís afeándoles su gestión económica, que les ha llevado a poner fin a la legislatura acumulando un total de 28,5 millones de euros en facturas irregulares.
Feliu ha señalado que el Gobierno de Amparo Marco “cierra sus cuatro años al frente del Ayuntamiento con un total de 88 Reconocimientos Extrajudiciales de Crédito (REC), esto es, facturas pagadas de forma irregular, saltándose los procedimientos establecidos por la ley de contratos públicos”.
“Con estos datos en la mano, entendemos por qué no pueden bajar los impuestos: porque no quieren. Es mejor seguir exprimiendo a los castellonenses para poder disponer de un dinero que luego utilizan para hacer política partidista, pero no para solucionar los problemas del conjunto de los castellonenses. Con este sistema, que cuenta con los reparos de intervención, siguen pagando facturas y favores a la gente de su entorno”, ha denunciado Feliu.
“Estando en la oposición decían de estos mismos REC que su uso no era una buena forma de gobernar, que no se podía utilizar con habitualidad lo que es una fórmula legal para casos excepcionales y no habituales. Sin embargo, en cuatro años han hecho de esta práctica su norma, lejos de revertir la situación que prometieron”, señala el edil popular.
De esta manera, Feliu insiste en que el gobierno bipartito, hasta el último momento, sigue pagando facturas de contratos caducados, “siguen apareciendo facturas en el cajón sin dotación presupuestaria y siguen apareciendo facturas sin tres presupuestos”.
En el último pleno ordinario de la legislatura, celebrado el 18 de abril, pasaron 150.000 euros sin dotación presupuestaria “para pagar campañas en medios de comunicación, que engrosan su ya escandalosa partida del Plan de Comunicación, el cual de ser presupuestado en 586.000 euros, ha llegado a pagar en publicidad y propaganda durante el año 2018 la alarmante cifra de 955.000 euros, casi un millón de euros, un 65% más de lo que anunciaron a los vecinos en sus presupuestos”, expone Feliu.
“Esta es la nada transparente forma de gestionar los impuestos de la ciudadanía. Unos REC que según PSOE y Compromís, permitían la discrecionalidad y por ello, el clientelismo, una forma menor de corrupción, como ellos de decían antes de entrar a gobernar. Pero la realidad es que las cifras hablan por sí solas y resumen una gestión nefasta que han sido incapaces de revertir en 4 años, porque en lugar de focalizar esfuerzos en acabar con las facturas irregulares y bajar impuestos, sus prioridades han sido eliminar el bilingüismo del topónimo o derribar la cruz del Parque Ribalta entre otros despropósitos”, concluye Feliu.