
Tradición, fraternidad, costumbres, gentes, gastronomía, patrimonio e historia. La Fira d'Oficis de Benassal es esto y considerablemente mucho más.
Bien lo saben los vecinos y vecinas, que todos los años se vuelcan en su organización, como las cientos y cientos de personas que a lo largo de un par de días visitan cada verano la localidad para zambullirse en la historia y pasado común de Benassal y el Alt Maestrat.
El sábado treinta de julio volverá a la Font d’En Segures el primer coche de línea que llegó a inicios del siglo veinte a Benassal con el fin de aproximar a los ‘agüistas’ al balneario. Tras su paso por la Font d’En Segures, el autobús va a llegar al núcleo del pueblo donde, como es tradición, se va a dar paso a la inauguración oficial de la Fira d’Oficis. Desde ese punto, no van a parar de sucederse las actividades lúdicas y culturales para grandes y pequeños.
Demostración de construcciones de piedra seca y visitas guiadas a este patrimonio declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, gincanas infantiles, talleres de bordado, sesiones con el esquilador de ovejas y para aprender a ordeñar cabras, demostraciones de siega al estilo tradicional, la hiladora de lana, la colombicultura, las rutas guiadas por el Benassal del 1900 y por los bombardeos, o el Ball Pla van a hacer las exquisiteces de los y las asistentes.
Actividades acompañadas por la música de la ronda, los bailes tradicionales y el Bureo, como de paseos en carro, magia o un pintor en riguroso directo.
Un par de días llenos de actividad y con un pueblo, el de Benassal, recordando sus raíces y vistiendo las ropas propias de hace un siglo. Como siempre y en todo momento, el ahínco y trabajo efectuados por todas y cada una y todos va a ser retrato en un enorme fotografía de familia el domingo, al acabar la Fira.