LA UNIÓ reclama a la Conselleria de Agricultura una batería de medidas para compensar la grave situación de los productores de la Comunitat Valenciana.
Según las primeras estimaciones de LA UNIÓ, recogidas directamente en los campos de diferentes áreas productoras, se espera una producción ligeramente superior a las 4.000 toneladas de almendras en grano. Esto representa una disminución del 9% en comparación con la temporada anterior, que ya fue una de las más bajas del siglo. Con esta cosecha, se establecerán nuevos récords negativos, ya que significa un descenso del 35% respecto a la media del período 2000/2022. A pesar de esta disminución, la calidad es excelente, incluso mejor que en la campaña anterior.
Las previsiones varían ligeramente según las provincias. En las regiones de Alicante, donde hay una mayor concentración de almendros bajo riego, se espera una producción de alrededor de 1.500 toneladas, lo que supondría un aumento del 18%. En Valencia, con una estimación de unas 1.600 toneladas, la disminución sería del 5%, mientras que en Castelló, la zona más afectada por la sequía, se espera una cosecha de poco más de 1.000 toneladas, lo que representa un descenso del 35%.
Las principales causas de esta caída en la producción se deben principalmente a la falta de lluvias en los últimos meses, especialmente durante el invierno y la primavera, lo que ha agravado la persistente sequía que afecta a la mayoría de las regiones productoras de almendras, especialmente a la provincia de Castelló.
También se observa una preocupante falta de rentabilidad en las explotaciones.
Los precios de la temporada pasada fueron un 60% más bajos que los de la temporada 2014/15, mientras que cada año aumenta la importación de almendras de California a precios cada vez más bajos. En este sentido, las importaciones de almendras a la Comunitat Valenciana han aumentado un 45% en los últimos quince años. El precio de importación de almendras estadounidenses en 2023 fue de 3,63 €/kg, lo que representa un descenso del 26% respecto a 2022. Estas importaciones son de menor calidad debido a los sistemas de producción que utilizan, como lo demuestran las detecciones de aflatoxinas. Ante esta situación, LA UNIÓ aboga por
Fortalecer nuestras producciones y evitar una excesiva dependencia de las importaciones que perjudican a nuestros productores.
«Esta competencia desleal e injusta con los productores locales de almendras también es impulsada por grandes empresarios de la Comunitat Valenciana que cada año reducen sus compras de almendras autóctonas a favor de las importadas, poniendo en peligro la producción de almendras en nuestro territorio y, en consecuencia, empobreciendo las comarcas del interior». Insiste LA UNIÓ .
Los productores locales reciben cada vez menos dinero por su arduo trabajo en el cultivo de almendras, mientras que otros llenan sus bolsillos, además de recibir fondos públicos para sus inversiones.
Denuncia LA UNIÓ.
Esta temporada, la situación podría ser irreversible, ya que el Departamento de Agricultura de EE. UU. prevé una producción de 1,36 millones de toneladas, un 21% más alta que en 2023 y la segunda cosecha más alta de la historia.
LA UNIÓ presentará a la Conselleria de Agricultura una serie de medidas destinadas a mitigar los efectos derivados de la grave situación climática. Entre estas medidas, la organización propone asignar fondos para la replantación de árboles que han muerto a causa de la sequía, así como la revisión y actualización de los datos de pluviometría para que las zonas productoras puedan acceder a las ayudas vinculadas a la PAC para frutos secos. Además, se sugiere establecer dotaciones mínimas de agua, especialmente mediante la instalación de pozos de sequía, para salvar aquellos almendros que se encuentran en una fase casi terminal.
