Los ecologistas han señalado que en los 90 había unas 330 parejas nidificantes en Castelló, pero en la última década apenas llegan a 30.
El grupo ecologista Gecen ha presentado una demanda para que los chiringuitos sean ubicados fuera de las playas de El Gurugú y El Pinar, o al menos que se abran a partir del 15 de julio, con el objetivo de proteger al chorlitejo patinegro. Además, han afirmado que el negacionismo sobre la existencia y el uso de estas playas por parte del chorlitejo constituye una «prevaricación».
Gecen ha capturado imágenes el 27 de mayo que contradicen los informes y declaraciones de las autoridades de Costas, la Conselleria y el Ayuntamiento de Castelló, quienes niegan la presencia de esta especie en las mencionadas playas y permiten, en base a supuestos informes técnicos y científicos, que los chiringuitos abran el 1 de junio, poniendo en peligro la población de una especie que se encuentra en grave peligro de extinción.
Los ecologistas han recordado que a principios de los años 90 había alrededor de 330 parejas nidificantes en las comarcas de Castelló, mientras que en la última década apenas llegan a 30. Han destacado que esta reducción representa más del 90% de una especie que es indicadora del estado de nuestros ecosistemas litorales.
Gecen considera que en lugar de llevar a cabo acciones de gestión y conservación del chorlitejo patinegro, como indica la legislación, el Ayuntamiento fomenta actividades hostelera «incompatibles con la biodiversidad». Critican que, en lugar de cumplir con las exigencias mínimas del PATIVEL y abrir los chiringuitos a partir del 1 de julio, se insiste en adelantar la apertura, atendiendo los intereses privados de los negocios de hostelería, negando la existencia de la especie y promoviendo su desclasificación en el marco de protección que brinda el PATIVEL.
La asociación ecologista ha recordado que las playas afectadas por la actividad de los negocios de hostelería, El Gurugú y El Pinar, están reconocidas administrativamente por su valor ecológico. Según el PATIVEL, estas playas se clasifican como U2 debido al uso que el chorlitejo patinegro hace de ellas durante la época de nidificación.
Además, han añadido que el PATIVEL establece restricciones en cuanto a las actividades y las fechas en las que los chiringuitos pueden funcionar. Se ha fijado el 1 de julio como fecha para el montaje y explotación de los chiringuitos, con el fin de evitar en la medida de lo posible las interferencias humanas que provocan la pérdida de los requisitos ambientales que necesita el chorlitejo.
Según Gecen, las playas de El Gurugú y El Pinar tienen un gran potencial para la restauración ecológica, lo cual, además de proteger y fomentar la biodiversidad, las distinguiría de las demás playas urbanas, abriendo así las puertas al ecoturismo.