Puig descarta falta de efectivos o de limpieza: "Los montes no pueden ser un jardín".
El ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, este jueves ha manifestado que estudian pedir al Gobierno la declaración de zona catastrófica en los terrenos forestales afectados por el incendio de la Vall d’Ebo y el incendio de Bejís, aunque la «gran prioridad» de momento es extinguirlos y garantizar la seguridad de las personas.
El bosque mediterráneo se recupera, por fortuna. Es resiliente. Lo que está claro es que se tardará décadas en retornar a tener un monte como el que teníamos en Vall d’Ebo o el Alto Palancia en Castellón.
Ha explicado el ‘president’ tras reiterar su enorme «tristeza y dolor» por las más de 20.000 hectáreas calcinadas.
Puig ha asegurado que la Generalitat promoverá las tareas de reforestación «cuando se pueda», a partir de una planificación basada no solo en replantar lo calcinado. Ha defendido así por una «gran acción reforestal» tanto en la Comunitat Valenciana como en la totalidad de España para combatir el cambio climático, ya que «el bosque es el gran captador de CO2».
Al ser preguntado por si se han sentido desbordados por los incendios, el ‘president’ ha subrayado que han contado con «medios aéreos suficientes» y con el «gran trabajo» de más de 1.000 efectivos a los que ha agradecido su esfuerzo por «dar la cara todos los días».
Igualmente ha puesto en valía el compromiso y apoyo del Gobierno «en todo momento» y de comunidades autónomas vecinas como Catalunya, Aragón, Castilla-La Mancha y Murcia. «Ha habido medios y hay medios», ha destacado.
Eso sí, Ximo Puig ha reconocido que frente a incendios complicados como estos «es obvio que se necesitarían muchísimo más medios». Ha señalado por otra parte que durante 2022 se han extinguido más de 1.150 incendios forestales en la Comunitat Valenciana, algo que ha combinado con el avance de la tecnología, los medios y la formación.
En cuanto a si los montes afectados estaban limpios, ha puntualizado que no es una «formulación correcta» plantearlo así porque «nadie puede pretender que los montes estén sectorizados». «El monte nunca puede ser un jardín«, ha manifestado
Sí ha reconocido que «es evidente que hay más combustible del que sería esperable y menos capacidad de reacción» por la despoblación de las zonas rurales, algo que en su opinión hay que tener en cuenta. Por eso ha apostado por mejorar tanto los accesos como la prevención de incendios y el acondicionamiento a las nuevas tecnologías en las tareas de extinción.
FUTURO CON PREVENCIÓN ESTRATÉGICA
De cara al futuro, Puig se decanta por «ser conscientes de que vamos de cara a un tiempo en el que hay que reconsiderar muchas cuestiones» respecto a la extinción de incendios, ya que ve necesario «tomar decisiones que vayan mucho más allá de una plazo» con estrategias a medio y largo plazo.
Esto pasa, conforme explica el ‘president’, por tener en cuenta la despoblación con «cambios profundos para la recuperación de las zonas rurales» y por impulsar las energías renovables y la eficiencia energética.