Con gemidos y sollozos, puede acabar esta historia democrática de España, si los “actores” principales, no actuamos debidamente.
Aquel Domingo Giner García, de apodo Camot, condenado en el siglo XIX, por plantar cara a los voluntarios realistas, fue fusilado, dando pie al dicho popular “acabar com Camot”, sinónimo de acabar muy mal.
Y viene esto al caso, por la reflexión que se hacen algunas personas sobre las consecuencias de una justicia, según ellos mal administrada y que yo me hago, sobre lo fácil que es perjudicar a las personas y también a nuestro constitucional y democrático estado de derecho.
Años más tarde nuestro paisano Josep Pascual Tirado en su legendaria obra Tombatossals decía:
¡Ja, ja vorem en què pararan totes aquestes festes i aliferes! ¡Déu faça que no acaben com Camot, i tinguen que córrer los esforçats i jolius nauxers! ¡A vore si els crits i avalots acaben com el Rosari de l’Aurora, en gemecs i sanglots!
Con gemidos y sollozos, puede acabar esta historia democrática de España, si los “actores” principales, no actuamos debidamente, por mucho que nos pese en lo personal y pese a quien pese en lo colectivo.
Me pregunta un amigo en voz alta o columna de opinión, ¿y ahora que dice la presidenta Ayuso? del archivo de la causa de Oltra….Y yo le contesto:
Y ahora ¿qué dice?, la vicepresidenta de las camisetas del WANTED, de la inducción a los escraches o de la prescripción del “jarabe democrático”, del archivo o sentencias exculpatorias de las causas de Rita Barberá o Paco Camps.
Que necedad la de la política, los medios y la sociedad al crear “líneas rojas” en contra de un principio básico, como es la presunción de inocencia. ¡Así nos va!
Volviendo a la reflexión de la defensa de lo nuestro, no es fácil, respetado lector, nada fácil. Y lo entiendo, porque, cuando uno se ve atacado en lo personal y profesional, o mejor dicho, cuando considera que es atacado, tiende a reaccionar en actitud de “defensa activa” (contraatacando), aunque a veces con una cierta visceralidad, que lamentablemente, puede llevar a la perdida de ecuanimidad.
Pero gracias a Dios y al pueblo español, a día de hoy, mañana ya veremos, gozamos de libertad, incluso para decir lo que creamos conveniente. Aunque por respeto a esa misma libertad, lo debemos hacer con responsabilidad. Como dice el refrán “no hay peor mentira, que una verdad a medias”.
La defensa de nuestros principios y creencias, hacen que en ciertas ocasiones y en cierta medida, decantemos la información o su valoración hacia nuestro lado. Eso tiene un precio, que desgraciadamente lo paga la sociedad mal o incompletamente informada.
Y por ende, en muchas ocasiones no nos damos cuenta del daño que hacemos al sistema de convivencia que nos hemos dado entre todos.
Queramos o no, con sus defectos y sus virtudes, la democracia liberal es el sistema político que ampara la libertad, la igualdad y los derechos de las personas, la otra opción es el totalitarismo o las dictaduras, representada hoy en día por el comunismo (democracia popular) o el fascismo (democracia orgánica).
Los simpatizantes de Mónica Oltra, piden árnica para ella, pero se la niegan a los demás exculpados.
…a esos, aunque eran delincuentes, los indultaron jueces injustos.
¿Será posible, tamaño despropósito?
Otros se empeñan en justificar la exclusión política de la líder nacionalista de izquierdas:
El hecho es que Oltra está fuera de la política a pesar de ser inocente, por una denuncia de la extrema derecha que un juez admitió sin parpadear….
Tristemente, leemos entre líneas, que cualquier partido que no sea de izquierdas es de “extrema derecha” y lo que es más grave que la justicia “castiga previamente y sin rubor” a ciertas personas, por su condición política, aunque no se lo merezcan.
La derecha mediática y la derecha judicial le hicieron el trabajo sucio a la derecha política…
Me resisto, me niego a pensar que los jueces y fiscales, pese a su posible pensamiento de derechas o izquierdas, pese a su condición de creyentes o agnósticos, a su posible condición de homo, bi o heterosexuales, o a cualquier otro posible condicionante, puedan impartir justicia de una forma discriminatoria, parcial o injusta.
Todos podemos cometer errores y ellos también, pero para eso el sistema, nos ampara con la posibilidad de presentar recursos ante instancias superiores.
El “encomiable” relator, se ampara en la justicia, exigiendo una disculpa para la exvicepresidenta, aunque cuestiona esa misma justicia,
…pero ya se sabe que en los palacios de justicia también manda quien manda…
¿Podría pensar algún lector? Que por esa razón, Mónica Oltra ha sido exculpada. Qué gran error.
Otro de los graves problemas de políticos, escritores y periodistas, es que somos capaces de hablar de casos como el de Madrid, pero incapaces de recordar los de Andalucía o la propia Comunidad Valenciana. De seguir poniendo en el tablero, hermanos de presidentas, exculpados con sentencias firmes y no situar hermanos de presidentes condenados (con sentencia confirmada por el TSJ de la Comunidad) y…no poner sobre ese mismo tablero, los miles de hermanos de políticos que son honestos, pagan sus impuestos y actúan correctamente.
Poner el “ventilador en marcha” es una práctica política, que puede tener rédito a corto plazo, pero que al condicionar la opinión pública, hace un gravísimo daño al sistema de democracia representativa.
La libertad de prensa y de opinión es fundamental en un Estado de Derecho, pero pienso, aunque puedo estar equivocado, que deberíamos tener muy claro y en todo momento, que en ese marco de convivencia, la responsabilidad personal, es una obligación básica para la información y los informantes, además de un respeto necesario para con los informados.
Condicionar la opinión pública de una forma parcial e intencionada, tiene sus consecuencias. Herir la Democracia y/o “acabar com Camot”.
…“¡A ver si los gritos y alborotos terminan como el Rosario de la Aurora, en gemidos y sollozos!”.
Miguel Ángel Mulet i Taló