Ubicada en el Grao de Castellón, entre Juan de Austria y Buenavista, es una arteria principal del Distrito Marítimo.
‘Las calles de Castellón’, inicialmente fue un libro, más bien un librito, escrito por mi abuelo, Vicente Gimeno Michavila, en 1920, para dar a conocer a sus convecinos el porqué de los nombres de sus calles y de ese modo enseñar la historia de Castellón, donde vivían. Era un manual sencillo, breve, legible y ameno, fomentando el orgullo de pertenecer a un pueblo de hombres ilustres, que podían ser ejemplo, o esperanza. El génesis de este libro fue actualizar en 1995 el editado por mi abuelo Vicente Gimeno.
Calle Serrano Lloveras
Grao entre Juan de Austria y Buenavista.
Distrito 9. Sección 3.
José Serrano Lloveras. Ingeniero de Caminos Canales y Puertos. (Tarragona 1856 -Madrid 1936).
Estudió bachillerato en Tarragona, donde los profesores del Instituto advirtieron en él una singular capacidad para el estudio de las matemáticas, y dijeron a su madre, que era viuda, que no podía dejarse perder aquellas grandes facultades de su hijo.
Ingresó en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos, en aquella época dura y difícil, con toda brillantez. A los 22 años terminó su carrera.
Fue destinado al puerto de Cartagena para trabajar en la dirección de las obras del Muelle Alfonso XII, con lo que se le añadió al puerto de Cartagena, que era militar, carácter también mercantil.
En Cartagena estuvo diez años, hizo una gran obra, tuvo mucho prestigio y allí nacieron seis de sus hijos.
Se encontraba a gusto en su trabajo, pero como Castellón que era uno de los emporios de concentración naranjera (no había la competencia con los mercados de ahora), donde llegaban barcos, especialmente de Liverpool y Hamburgo para llevase la Naranja, que no podían atracar y había que llevarles la carga con barcazas, se decidió que había que construir con toda urgencia un Puerto.
El Ministerio de Fomento necesitaba encontrar un Ingeniero para dirigir las obras, que fuera un hombre enérgico, joven, y sobre todo que tuviera ya experiencia en Puertos, y en esas circunstancias seguramente no habría otro que el joven Serrano LLoveras.
Tenía 31 años y ya llevaba diez años de experiencia. Sin vacilar fue nombrado Director de las Obras de Construcción del Puerto de Castellón.
Se traslado a Castellón y organizó su vida, ya viudo, trabajando mucho, tanto en el proyecto como en la dirección de las obras, prácticamente.
Para dedicarse totalmente al Puerto, con un sentido de la responsabilidad grande, tomó un piso en Castellón y otro en el Grao, en este último pasaban todo el día sus siete hijos pequeños, con un ama de llaves. Comía con sus hijos y volvían juntos en la Panderola al atardecer, al terminar el trabajo.
Adquirió gran respetabilidad y prestigio, los castellonenses le conocieron como Don José.
Como anécdota extraordinaria se recuerda en Castellón que una vez un buzo que había trabajado con él en Cartagena, y que por su experiencia se lo había traído a Castellón, encontró alguna dificultad, (era cuando se empezaban a utilizar los bloques de hormigón armado, entonces Serrano Lloveras muy enérgico y activo, se puso la escafandra y el equipo y bajó personalmente para un reconocimiento del fondo y de las posibilidades de emplazamiento de las obras.
Terminadas las obras del Puerto, ascendió a Inspector General de Puertos y se tuvo que trasladar a Madrid, llegando a alcanzar la categoría de miembro del Consejo Superior de Obras Públicas. Tuvo especial interés e ilusión de volver a trabajar activamente alguna temporada en el Puerto de Tarragona, y a pesar en no ser compatible, en atención a sus servicios se le nombró Director de las Obras del Puerto de Tarragona, donde dejó de nuevo la huella de su trabajo.
Falleció en los primeros días de Julio de 1936, lo que le evitó conocer los horrores de la revolución.
En Castellón se le ha recordado siempre con gran respeto. En el Puerto un monolito le perpetúa para siempre.
(Texto: copia literal del escrito redactado por su hijo Ramón Serrano Súñer).
Ayuda a conocer la personalidad de este gran hombre las palabras de su hijo, Ramón Serrano Suñer, en el discurso que pronunció en Castellón en 1941, al ser nombrado Alcalde Honorario de Castellón de la Plana: “Mi padre, que era un ejemplo de competencia profesional, de rectitud, de austeridad, de exigencia y de virtud, que nos abandonaba diariamente en nuestra horfandad, para acudir a su trabajo en las Obras del Puerto, en las piedras de cuyas escolleras yacen sotarradas las mejores energías de su vida. Esta tarde en una roca que el arrancara de “La Pedrera”, gravaremos su nombre de gran Ingeniero para perpetuar su esfuerzo y su recuerdo”.
Denominación acordada en Sesión de 31 de Diciembre de 1940: “Al distinguido Ingeniero de Caminos, autor del proyecto del Puerto de Castellón y Director del mismo durante largos años”.
Nota: Como se acaba de citar Serrano Lloveras fue padre de Ramón Serrano Suñer, Ministro del Gobierno, y personalidad política con gran arraigo en Castellón. (Casa solariega en la calle Caballeros esquina Gracia, recientemente restaurada con acierto).
Ramón Serrano Suñer es sin duda el Castellonense que ha ejercido la mayor cota de poder y responsabilidad, y posiblemente el único que figura en las páginas de la Historia Mundial por su excepcional intervención en la Política durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Su participación para evitar a España los horrores de la Guerra Mundial por sí solo le convierten en un personaje que la historia reconocerá su enorme mérito, y con quien Castellón esta en deuda.
Otras denominaciones: Avenida de Levante.
LEVANTE (LLEVANT)
Viento del Noreste, y punto cardinal del este. Debe ese nombre por estar al Este del Grao.
Del libro “Las calles de Castellón”, año 1995.
José Luis Gimeno.