Los inmigrantes construyeron sus casas los fines de semana, como en el caso del "Grupo Santo Domingo", llamado así porque las viviendas se construían durante los domingos.
La historia de los barrios de Castellón en los años 60 refleja la necesidad y creatividad de una comunidad trabajadora, atraída por oportunidades de empleo que hicieron crecer la población de la ciudad significativamente. Castellón pasó de tener 35,000 habitantes a casi 80,000 debido a la migración, en busca de mejores condiciones de vida. Este aumento súbito creó una gran demanda de viviendas económicas, que el Instituto Nacional de la Vivienda no pudo satisfacer con la rapidez ni en la cantidad necesarias.
Surgimiento de los barrios obreros
Dada la falta de oferta formal, muchos de estos barrios o «grupos» surgieron como asentamientos extralegales pero tolerados por las autoridades, que veían en ellos una solución temporal ante la emergencia habitacional. Parcelas de tierras agrícolas de poco valor fueron subdivididas y vendidas a trabajadores. En estas tierras sin pavimentar, con pozos para agua y centros de transformación eléctrica mínimos, los inmigrantes construyeron sus casas los fines de semana, como en el caso del «Grupo Santo Domingo», llamado así porque las viviendas se construían durante los domingos.
Autoconstrucción y ayuda comunitaria
Los inmigrantes que vivían en condiciones precarias colaboraron entre ellos para construir sus propias casas, lo que evitó la creación de barrios de chabolas. A menudo trabajaban en estas construcciones en su tiempo libre, los sábados, domingos y festivos. La Iglesia Católica y el Movimiento Obrero Católico (luego llamado OAR) también prestaron ayuda significativa, organizando jóvenes y curas que colaboraban con los trabajadores en las tareas de construcción.
Características de las viviendas
Las viviendas eran modestas y básicas, pero dignas, generalmente de unos 4 metros de fachada y 12 metros de fondo. La construcción utilizaba materiales de bajo costo como bloques de hormigón de 20 cm y techos de viguetas pretensadas. La estructura incluía una pequeña sala de entrada, una escalera, despensa, cocina y habitaciones, todas con lo mínimo en instalaciones de electricidad, agua, y saneamiento. En aquella época, los materiales costaban alrededor de 35,000 euros, y este bajo coste era posible debido a que los propios habitantes asumían toda la mano de obra y no tenían que cumplir con los requisitos administrativos y regulaciones actuales.
Costo actual de una vivienda similar
Hoy, el costo de materiales para una vivienda de estas características rondaría los 35,000 euros, pero el costo total se elevaría considerablemente debido a la multitud de requisitos legales y permisos: dirección técnica de un arquitecto, licencias municipales, seguros, estudios geotécnicos, certificados de aislamiento y calidad, entre otros. Todos estos documentos, sumados al IVA del 21%, casi cuadruplican el costo de los materiales. Además, es necesario añadir el costo de la urbanización (vías pavimentadas, alumbrado, aceras, y áreas comunes), lo cual puede incrementar el costo de cada vivienda en otros 35,000 euros, alcanzando un total de hasta 140,000 euros, una cifra mucho mayor a la inicial de 35,000 euros.
Reflexión sobre los costos de la vivienda
La historia de los barrios de Castellón pone en perspectiva cómo la autoconstrucción y la reducción de requisitos burocráticos facilitaron el acceso a una vivienda digna para miles de inmigrantes. Este ejemplo invita a considerar cómo reducir ciertos costos y exigencias regulatorias para hacer la vivienda más asequible. Como se menciona en el texto, los altos impuestos y el exceso de trámites contribuyen a encarecer el producto final, afectando a quienes desean construir o adquirir una vivienda. La experiencia de los 60 en Castellón muestra que la solidaridad, la autogestión y el apoyo comunitario fueron clave para superar una crisis de vivienda, y ofrece una inspiración para soluciones prácticas y menos costosas en el presente.
Continuará…
José Luis Gimeno.
Historia de ‘Las calles de Castellón’ – Prólogo I – Parte 1
Historia de ‘Las calles de Castellón’ – Prólogo I – Parte 2