Hombre acusado de matar a su pareja argumenta accidente con el arma en Castelló – Valencia

Hombre acusado de matar a su pareja argumenta accidente con el arma en Castelló – Valencia

El acusado, Juan Salvador, de 30 años en el momento de los hechos, ha negado tener la intención de matar a su novia Mónica, de 38 años y madre de dos hijos de 20 y 10 años.

 

Un hombre ha sido acusado de la muerte de su novia tras dispararle en la cabeza en un chalet donde habían vivido durante aproximadamente seis meses en la partida Utxera de Castelló, en la comarca valenciana de la Ribera Alta. En su declaración este martes, el hombre afirmó que fue un accidente,

Tiré la corredera hacia atrás y al soltarla se disparó el arma.

Los hechos tuvieron lugar el 6 de marzo de 2020 y la mujer falleció al día siguiente en el hospital La Fe. Las acusaciones sostienen que la víctima quería poner fin a la relación, que duró cerca de tres años, debido al maltrato que sufría.

En relación a estos hechos, la Fiscalía solicita provisionalmente una condena de 24 años de prisión por asesinato con la agravante de parentesco, además de tres años más por tenencia ilícita de armas y 10 años de libertad vigilada. Por su parte, la acusación particular, que representa a la familia de la fallecida, eleva su petición de condena por asesinato a 28 años al añadir la agravante de discriminación de género, y solicita dos años más por el delito de tenencia ilícita.

Por otro lado, la defensa ha modificado su petición inicial de absolución y ahora solicitará una pena de dos años de prisión por homicidio imprudente, argumentando que se trató de un accidente y mencionando las atenuantes de confesión, reparación de daños y estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes.

Los accidentes ocurren.

Afirmó, haciendo referencia al caso del hermano del Rey emérito, que también resultó en muerte.

La Generalitat valenciana se ha presentado como acusación popular y se ha unido a la petición del fiscal en el juicio con jurado que ha comenzado este martes en la Audiencia de Valencia.

El acusado, Juan Salvador, de 30 años en el momento de los hechos, ha negado tener la intención de matar a su novia Mónica, de 38 años y madre de dos hijos de 20 y 10 años, y ha afirmado que el disparo fue accidental. Además, ha sostenido que su relación «estaba bien» y ha negado que ella quisiera dejarlo. «Teníamos discusiones normales, como todas las parejas», declaró.

Según su testimonio, esa noche estuvieron bien y consumieron drogas junto al exnovio de su hermana, quien convivía con ellos. Después de las 4:00 de la madrugada, la pareja subió a la habitación. Ella se duchó y al salir se sentó en la cama y bajó la cabeza para ponerse una mascarilla. En ese momento, él estaba mirando la pistola que había encontrado unas semanas antes en un chalé abandonado, y aseguró que no verificó si estaba cargada. En ese instante, accionó la corredera hacia atrás y «el arma se disparó al soltarla».

La declaración del acusado se ha suspendido hasta mañana para que el tribunal pueda ver un vídeo con la reconstrucción de los hechos, ya que la Fiscalía sostiene que el acusado ha incurrido en contradicciones sobre la postura en la que se encontraba la víctima en el momento del disparo.

Relación Tormentosa

En su exposición inicial, la Fiscalía ha señalado al tribunal que la pareja mantenía una relación «tormentosa» en la que el acusado golpeaba a la víctima, algo que sus amigas presenciaron al observar los moratones y arañazos en su cuerpo. Una de ellas incluso fue testigo de cómo él la insultaba llamándola «puta» y «guarra». Mónica confesó a sus amigas que el acusado la amenazó en una ocasión, diciéndole,

Tengo una pistola con dos balas, una para ti y otra para la persona con la que estés.

Por este motivo, comunicó a sus amigas su intención de dejarlo. Además, existen mensajes en los que ella también expresaba su deseo de poner fin a la relación.

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En este sentido, la Fiscalía ha destacado tres puntos «fundamentales» que desacreditan la versión de la defensa de que este asesinato fue un accidente: los expertos de la Guardia Civil han demostrado que la pistola funcionaba correctamente y el crimen tuvo lugar en una habitación muy pequeña de 4 x 2 metros; se descarta que el disparo fuera accidental porque el arma estaba cargada, con el seguro levantado y se accionó el disparador intencionalmente; y los forenses también descartan que haya sido un accidente, ya que fue necesario apuntar a la cabeza, como indica la trayectoria de la bala.

Por tanto, la Fiscalía argumenta que no se trató de un homicidio, sino de un asesinato, pues se cumplen los requisitos de alevosía, ya que el acusado se situó detrás de la víctima para dispararle, asegurándose de que ella no pudiera defenderse. Además, señala que los psiquiatras forenses han concluido que, al cometer el crimen, Juan Salvador no tenía sus facultades afectadas, refutando así la atenuante de consumo de drogas.

Por su parte, el abogado de la acusación particular, quien ha enfatizado al jurado que la familia busca justicia y no venganza, ha afirmado que esta muerte era «anunciada». Según él, fue una ejecución en toda regla. Ha señalado que Juan Salvador amenazaba constantemente y golpeaba a Mónica, quien tuvo que acudir varias veces a Urgencias, pero no quiso denunciar debido a su «dependencia emocional». En una ocasión, incluso se presentó en su lugar de trabajo y le rompió el teléfono móvil, y en otra la empujó violentamente. «Y al final terminó matándola», añadió.

Negligencia Evidente

Por otro lado, la defensa sostiene que la acusación de la Fiscalía se basa en suposiciones que «no son ciertas». Afirman que no se trató de un asesinato, ya que el disparo fue accidental debido a una evidente negligencia; el acusado no apuntó intencionalmente, no sabía que el arma estaba cargada y esa noche no estaban discutiendo. Además, argumentan que si realmente hubiera querido matar a la víctima, no habría llamado inmediatamente al 112 ni la habría llevado a una carretera para que los servicios médicos la encontraran rápidamente, especialmente considerando que el chalé se encontraba en una zona apartada.

En la sesión de hoy, declaró la hermana de la víctima, quien relató,

Conoció al acusado la noche en que Mónica sufrió un aborto en 2019, después de que él le diera una patada en el vientre.

Esa noche, la hermana decidió quedarse con Mónica porque esta le confesó que tenía «miedo» de estar a solas con él. Según relató, Mónica le dijo,

Este hijo de puta casi me quita la vida.

Sin embargo, a pesar de que Mónica decía que iba a dejarlo, nunca lo hizo porque estaba «cegada» por él. «Estaba enamorada», señaló la hermana. La defensa menciona que la intervención médica de Mónica el 13 de febrero, según el informe del hospital, fue debido a un embarazo ectópico, es decir, un embarazo que se desarrolla fuera del útero, y que requirió una intervención quirúrgica.