La Policía recibió varias llamadas sobre incidentes relacionados con novatadas en los que estaban involucradas centenas de personas.
Un grupo de más de cien jóvenes protagonizó un incidente la noche del pasado miércoles al jueves al lanzar huevos, basura y otros objetos y acosar a los estudiantes de la residencia Damià Bonet en València. La dirección del centro ya ha presentado una denuncia ante la Policía por estos hechos.
Según fuentes de la residencia, que está afiliada a la Universitat de València y ubicada en el Campus dels Tarongers aunque es de gestión privada, el incidente ocurrió durante la noche del miércoles cuando un grupo de más de 100 jóvenes «organizados» se congregó frente al edificio para acosar a los residentes y ensuciar la fachada arrojando huevos y basura.
Los estudiantes que vivían en la residencia se encontraban en todo momento dentro del edificio, y ante el temor de que la situación empeorara, la dirección decidió contactar a las autoridades.
La residencia considera que lo sucedido fue un «acto vandálico» tanto contra las instalaciones como contra los residentes, por lo que presentaron una denuncia para que las autoridades inicien las investigaciones pertinentes.
El comportamiento de este grupo de jóvenes llevó a que la Policía recibiera varias llamadas de alerta sobre incidentes relacionados con novatadas en los que estaban involucradas centenas de personas.
DESOBEDIENCIA
Cuando las patrullas llegaron al lugar, los agentes procedieron a la identificación de algunas de ellas y a una de ellas se le propuso para sanción por desobediencia, según han apuntado fuentes policiales. Las mismas han asegurado que se registraron también altercados la noche del jueves.
Sobre lo sucedido se ha pronunciado también en la red social X la alcaldesa de València, María José Catalá, quien ha mostrado la «condena más rotunda a los actos vandálicos que se produjeron la noche del pasado miércoles» en la residencia, que señala que «no son novatadas» sino «violencia e incivismo» y advierte de que no van «a tolerarlo».
En esta línea, el concejal de Movilidad y Policía Local de València, Jesús Carbonell, ha condenado lo sucedido,
No podemos consentir que se realicen novatadas o actuaciones de ese tipo y, por parte, de la Policía Local redoblaremos esfuerzos y el control para evitar que se reproduzcan en un futuro.
Desde la Universitat de València han subrayado que las novatadas están prohibidas en la institución académica y desde hace muchos años se sustituyeron por fiestas de bienvenida. En este caso, en el que recuerdan que la gestión de la residencia es privada, han recalcado que los incidentes se produjeron en la vía pública, no en las instalaciones de la institución académica y que la competencia en la vía pública es municipal.
Según publica este viernes Las Provincias, el mismo miércoles un grupo de más de 300 personas participó en un macrobotellón en las vías del tranvía en la avenida Tarongers, que se dispersó cuando llegaron patrullas policiales, pero más tarde, más de cien jóvenes -cifra el número en más de 150– se desplazó a la residencia Damià Bonet, que fue atacada con el lanzamiento de huevos y basura en una novatada.
Desde la Universitat Politècnica de València, el vicerrector de Internacionalización y Comunicación, Jose Francisco Montserrat de Río, ha expresado la «preocupación» de la institución por los incidentes.
Estamos en contacto con los responsables de las residencias de los alrededores para obtener toda la información posible y explorar también vías de actuación conjuntas. Por supuesto, la seguridad y el bienestar de nuestros estudiantes es prioritario. Dentro de esa residencia había también estudiantes de la Universitat Politècnica de València y tenemos que esclarecer lo que pasó y actuar en consonancia.
Ha aseverado.
Asimismo, ha hecho notar que los hechos tuvieron lugar fuera de las instalaciones de la universidad.
Y, por supuesto, estamos dispuestos a ayudar con las autoridades en lo que sea necesario, pero no es estrictamente nuestra responsabilidad.
Ha apostillado.
Por último, ha enfatizado que estos incidentes «no reflejan para nada el comportamiento ni los valores de la mayoría de los estudiantes, ni del espíritu universitario que nos acompaña».
La Universitat Politècnica de València, como todas las instituciones académicas, es una comunidad de aprendizaje respetuosa y enriquecedora y estamos trabajando para asegurar que continúe siéndolo y que ese tipo de acontecimientos no tengan cabida.
Ha concluido.
