Publicado por Okdiario
Galicia, Castilla y León, Murcia y La Rioja fueron las primeras comunidades autónomas que anunciaron el cierre de los locales de ocio nocturno.
«Nos va a llevar a la ruina». Así han cargado los empresarios del ocio nocturno contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras bajaban las persianas de sus negocios por el nuevo golpe del Ejecutivo al sector: el cierre de discotecas, bares de copas y salas de baile. Ante este escenario, denuncian el caos jurídico que ha provocado que Sanidad y las comunidades autónomas orquesten el ‘cerrojazo’ del mundo de la noche sin un marco legislativo específico.
Galicia, Castilla y León, Murcia y La Rioja fueron las primeras comunidades autónomas que anunciaron el cierre de los locales de ocio nocturno, seguidas de Extremadura, Comunidad Valenciana y País Vasco. No obstante, en la Comunidad de Madrid, un juez ha anulado este viernes la orden de la clausura de discotecas, bares de copas y salas de baile – que entraba en vigor este jueves – al hacer referencia a una norma del Ministerio de Sanidad que no ha sido publicada previamente en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Un paso que no ha dado el Gobierno de Sánchez y que ha llevado a los propietarios a preguntarse si pueden abrir o no.
La nueva orden ha provocado un gran revuelo entre los empresarios del mundo de la noche en Madrid que critican que «el presidente del Gobierno no está en Moncloa buscando una solución para las más de 270.000 familias que dependen directamente del ocio nocturno, si no que se encuentra en la playa, mientras no sabemos si podremos volver a abrir nuestros negocios». Así ha cargado contra el presidente Viviana Puebla, propietaria de la sala de copas Republik, que en conversación con OKDIARIO ha asegurado que «se han olvidado de nosotros».
Por su parte, Puebla señala que «mi marido y yo vivimos de la discoteca y no tenemos otro ingreso, pero continuamos asumiendo pérdidas millonarias para luchar por el futuro de nuestro negocio y de más de 50 empleados». Además, califica la situación de «insostenible», tras el anuncio de la últimas restricciones en el sector ante el aumento de los casos positivos por covid-19 en los últimos días.
Mientras, Antonio Extremera, dueño de la sala de copas Tanqueray Club, explica que «se trata de una medida precipitada que aboca al cierre definitivo a miles de negocios, que no aguantan otro mes más pagando los gastos fijos de los locales». Y es que el 90% de las salas explotan sus locales en régimen de alquiler y pagan entre 6.000 y 90.000 euros al mes, sin sumar otras facturas como la luz o el agua.
«El presidente del Gobierno ha improvisado una vez más, tomando una decisión populista, que no ataja el problema del incremento de los contagios, ya que al ocio nocturno sólo se le pueden imputar el 6% de los positivos por covid desde que se produjo la apertura del sector el pasado mes de julio», señala Extremera y recuerda a Sánchez que «no se puede legislar provocando tal incertidumbre en el tejido empresarial».
Botellones, fiestas clandestinas…
Extremera, propietario de cuatro locales del mundo de la noche en Madrid, destaca que «el cierre de discotecas, bares de copas y salas de baile sólo lanza a los jóvenes a consumir alcohol en la vía pública, además de fomentar las fiestas clandestinas y las reuniones masivas». «Una formula que no se daría si nos dejasen trabajar con las medidas de seguridad que hemos diseñado de la mano del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE)», explica.
Por su parte, José Caldes, dueño de la famosa discoteca Cats -con más de 30 años de historia – asegura que «el Gobierno ha cometido muchos errores por legislar en precario y en caliente» y califica la decisión de «barbaridad, ya que el cierre del ocio nocturno no va a atajar el aumento de los contagios por covid-19 en España».
Además, pide un plan especifico de rescate con ayuda de los fondos de reconstrucción europeos que evite una sangría en el ocio nocturno: «Los que han colgado el cartel de abierto en la puerta de sus negocios lo han hecho en condiciones muy malas, como cerrar antes de la 1:30 o con limitaciones de aforo de hasta el 40%», señala.