Con esta iniciativa, se pretende valorizar los residuos cerámicos que, actualmente, se envían a vertedero en un volumen anual de 15.000 toneladas.
El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) han colaborado en el desarrollo del proyecto RECERCO, una iniciativa centrada en la economía circular que busca valorizar los residuos generados durante la fabricación de baldosas cerámicas. En particular, el proyecto se enfoca en los tiestos cocidos, es decir, baldosas de diversas tipologías, mayormente de arcilla roja, que serán tratadas para su incorporación en la fabricación de nuevas baldosas cerámicas y como refuerzo en matrices poliméricas para producir composites destinados a la construcción.
Los estudios realizados en ambas aplicaciones demuestran la viabilidad técnica de utilizar estos residuos como materia prima secundaria.
En la fabricación de baldosas cerámicas, es posible reemplazar una parte significativa de la arcilla en la composición de las baldosas.
En el caso de los composites, los residuos pueden sustituir completamente a los agentes de refuerzo tradicionales como el carbonato de calcio o el óxido de titanio, produciendo composites termoplásticos y termoestables con propiedades iguales o incluso mejoradas.
En este contexto, AIMPLAS ha utilizado los compuestos termoplásticos para fabricar perfiles de persianas de PVC. Los compuestos termoestables, por su parte, se han empleado para la producción de maceteros y depósitos, aunque también podrían utilizarse en otras aplicaciones al aire libre, como mobiliario urbano.
El proyecto RECERCO cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i Innovación) a través del programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación, cofinanciado por la UE mediante los Fondos Europeos FEDER de Desarrollo Regional. Además, ha contado con la colaboración de las empresas NEOS ADDITIVES S.L., MIRAPLAS, S.L., GIMÉNEZ GANGA, S.L.U., y SAXUN, así como de los centros tecnológicos AIMPLAS e ITC.
Con esta iniciativa, se busca valorizar los residuos cerámicos, que actualmente se destinan a vertedero en un volumen anual de 15.000 toneladas. Este enfoque tiene un impacto positivo en el sector de la construcción, promoviendo productos más sostenibles y contribuyendo al objetivo de alcanzar un vertido cero en el sector cerámico.
