La técnica constructiva de la piedra seca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con cientos de ejemplos en todo el territorio provincial.
Ejemplos del pasado que, ahora, también miran hacia el futuro. Y es que, en Tírig, donde destacan los muros y las casitas creadas con esta técnica, vive Jordi Monferrer Pitarch, un joven de 21 años con gran afición por esta forma tradicional de construir sin cemento o cualquier otro material de unión entre los bloques rocosos.
En el bancal de mi abuelo hay paredes de piedra seca. Siempre las ha habido. Yo las veía, veía cómo se estaban deteriorando con el paso del tiempo y quería mantenerlas.
Explica Jordi sobre su iniciación en la piedra seca. Y es que, esta curiosidad le llevó a preguntar a los vecinos de mayor edad de Tírig sobre esta técnica constructiva: cómo se hace, trucos… Esto fue hace ya cinco años, por lo que Jordi sólo contaba con 16. Y aquí empezó todo.
«Empecé arreglando los muros del bancal, poco a poco, fui cogiendo práctica y siempre que tenía un poco de tiempo libre me ponía a la obra» relata el joven. Su obra maestra hasta hoy es una casita creada desde cero. «La he construido en mis ratos libres y he tardado cuatro años pero estoy muy orgulloso del resultado» afirma este joven agricultor tirijano.
Si alguien del pueblo o de los alrededores quiere ayuda para arreglar alguna construcción en piedra seca que me lo diga, yo estoy más que dispuesto a echar una mano. Sé que cada vez hay menos gente que conoce la técnica y para mí es un orgullo ser una de esas personas y poder ayudar a conservar nuestro patrimonio.
Concluye Jordi Monferrer Pitarch.