Juan Carlos I, Alfonso Guerra, Martín Villa y los viejos oficios

Juan Carlos I, Alfonso Guerra, Martín Villa y los viejos oficios

  Hay oficios que con el paso del tiempo y los radicales cambios sociales y tecnológicos, se han perdido inexorablemente, algunos de ellos los podemos ver en libros de historia, en museos etnológicos o en ferias costumbristas, Existían en su época (creo que ahora no), el oficio de los palanganeros, que, con barreño en mano...

 

Hay oficios que con el paso del tiempo y los radicales cambios sociales y tecnológicos, se han perdido inexorablemente, algunos de ellos los podemos ver en libros de historia, en museos etnológicos o en ferias costumbristas,

Existían en su época (creo que ahora no), el oficio de los palanganeros, que, con barreño en mano y toalla o trapo en otra, limpiaban las partes más íntimas de las mujeres explotadas sexualmente y sus clientes, antes y/o después de la actividad contratada.

Otro oficio, antiguo, es el que en inglés se denominó “Groom of the Stool”, una privilegiada ocupación profesional que desde el 1500 hasta el 1700, según cuentas las redes, los monarcas otorgaban a la nobleza escogida, para tener la tarea de limpiar cuidadosamente las posaderas del rey o reina, después de expulsar los alimentos digeridos.

Desconozco si en la actualidad estas dos profesiones existen, pero continúan existiendo mujeres explotadas sexualmente (aunque sea por ellas mismas) y continúan existiendo monarcas (sí, en pleno 2020, y en Europa también), y existen monarcas con afición a contratar o tener tarifa plana de la primera actividad, la cual nos puede costar a los súbditos que su harén viva a cuerpo de reina, en edificios y con seguridad del Estado, y aquí te pago con fondos reservados tu silencio, aquí te doy un programa de cocina en una televisión autonómica, aquí te doy 65 millones de euros de una mordida… La cabeza del Estado (la cabeza sobre la que se deposita la corona, concreto), que hereda el cargo por la gracia divina, que representa los valores tradicionales de la familia católica, apostólica y romana, también hereda la incontinencia sexual y la hipocresía máxima… que allá cada cual con sus calenturas, pero que no las cargue nunca al erario público.

Me voy del tema, si existen prostitutas y si existen monarca, y si existen monarcas que usan de prostitutas, ¿existen palanganeros y “limpia culetes del rey”? (traducción libre del “Groom of the Stoll”)?

No sé, pero, cambiando de tema, justamente he leído ahora que 70 ex altos cargos públicos, han promovido un manifiesto a favor de la “presunción de inocencia” de Juan Carlos I, exministros, expresidentes autonómicos y gente de la vieja farándula política empezando por Alfonso Guerra, pasando por chaqueteros como el ministro Corbacho, gente de extrema derecha del PSOE como Juan Carlos Rodríguez Ibarra , personajes como Jaime Mayor Oreja, Esperanza Aguirre, la siniestra Luisa Fernanda Rudi o Rodolfo Martín Villa, el franquista acusado de crímenes de lesa humanidad requerido por la justicia argentina, lo mejorcito de cada casa.

Cuesta defender la presunción de inocencia de quien durante unos 40 años ha sido irresponsable ante la justicia, y del cual únicamente se debate ahora si sus delitos han prescrito o no, o si goza todavía de la inviolabilidad ante la justicia al no ser rey en activo.

Solamente he podido leer las noticias sobre el manifiesto y no el manifiesto en sí, no se si esta gente defiende la presunción de inocencia de los crímenes de elefantes y osos emborrachados para ser asesinados a tiros por el monarca (en ningún momento he hablado de su hermano), del coste a las arcas públicas que nos ha costado su incontinencia sexual, de los negocios que durante décadas han podido permitir pingues beneficios a costa del cargo público ostentado, del que seguramente el incidente último de las ultimas comisiones de los regímenes petroleros árabes son la punta del iceberg. Recomiendo leer el libro “Un Rey, golpe a golpe: biografía no autorizada de Juan Carlos de Borbón”, publicado hace unas dos décadas, por si quedan dudas de la honorabilidad de esta persona.

Querer ahora defender lo indefendible, la trayectoria de una persona que se han dedicado esfuerzos titánicos en blanquear, de atribuirle un papel modélico en la transición cuando los más acreditados e independientes historiadores apuntan justamente en dirección contraria; en lugar de “salvador de la democracia” como instigador o cómplice del 23 F ( lo podéis consultar en cientos de artículos en las redes).

Si el papel de esta persona ha sido puramente simbólico, ¿qué protagonismo político se le quiere atribuir?, ¿qué ha hecho por la democracia española una persona que, seguramente, o presuntamente ha tenido más preocupación en amasar una fortuna como la que tiene y que no cuadra con las grandes asignaciones dinero público, que no en trabajar por y para sus “súbditos”. ¿Qué legitimidad y ejemplaridad de quien fue impuesto y nombrado heredero del dictador, y sobre el cual no se pudo votar directamente, ni si queríamos monarquía, ni si queríamos borbones? El propio Adolfo Suárez reconoció que se nos empaquetó a los borbones en el lote porqué ante una consulta a la ciudadanía no se hubiera aprobado ni borracho cual oso Mitrofán, aceptar la monarquía.

Luego hemos tenido 40 años de blanqueamiento, ensalzamiento, propaganda, para hacernos pasar a esta persona como un rey ejemplar, “ campechano”, miles de republicanos de boquilla convertidos en juancarlistas, era el pacto del régimen del 78, no mover demasiado los trastos para que todo continúe igual, pero ni por esas, al final la evidencia ha sido inocultable, y el monarca, como sus borbones predecesores, con el botín lleno, ha optado por huir de España y ha optado justamente por un régimen que según Amnistía Internacional “ somete a personas detenidas, algunas de ellas extranjeras, a reclusión arbitraria, tortura y desaparición forzada. También restringen la libertad de expresión, encarcelan en condiciones terribles a personas críticas con el gobierno. Las mujeres siguen estando discriminadas en la legislación y en la práctica. Los tribunales siguen imponiendo condenas a muerte”       .

Ante el escándalo público de este calibre, un rey pillado con las manos en la masa, huido, ¿Qué necesidad de estos presuntos carcamales con alta responsabilidad política antaño, de vitorear la figura de una persona puesta en cuestión con esta gravedad?. Pues seguramente, porqué lo que esté ahora mismo en tela de juicio es el propio régimen del 78, el pasteleo infame, el ser conscientes de lo que pasaba y mirar hacia otro lado a cambio de llenar el propio buche, el republicanismo asintomático del PSOE cómplice de las tropelías de una monarquía corrupta ( aunque solamente sea éticamente, corrupta), ellos y ellas, los del manifiesto, no defienden a Juan Carlos de Borbón, intentan defenderse a ellos como cómplices de una clase política cómplice de los abusos del sistema, personajes infames como Martín Villa o Rudi, caricaturas de si mismos como Guerra, seguramente, con este manifiesto para reivindicar la generación del silencio, de la amnesia, del compadreo, hacen un flaco favor al borbón, intentan hacérselo a ellos mismos.

No estaría mal que estos autoinculpados en la defensa del borbón, en un gesto de solidaridad, aportaran a las arcas públicas lo que haya podido evadir su venerado.

Imagino que será lo mismo de quien ha ejercido de palanganero o Groom of the Stool, a estos también les gustará reivindicar su ocupación, pero ya ves que voy de un tema a otro con demasiada facilidad.

 

Carles Mulet,senador de Compromís